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SISTEMA EDUCATIVO

Solo siete de cada 100 alumnos tucumanos finalizan el secundario en tiempo y con un aprendizaje óptimo

Un informe de Argentinos por la Educación señaló que Tucumán mejoró la proporción de estudiantes que finalizan la secundaria en tiempo, pero sufre un estancamiento en Lengua y una caída en Matemática, ubicándose entre las provincias con peores resultados en el Índice de Resultados Escolares (IRE). A nivel nacional, solo 10 de cada 100 estudiantes completan la secundaria en tiempo y forma, evidenciando una crisis educativa agravada por desigualdades socioeconómicas.

PorGabriel Toledo
24 sept, 2025 04:01 p. m. Actualizado: 24 sept, 2025 04:02 p. m. AR
Solo siete de cada 100 alumnos tucumanos finalizan el secundario en tiempo y con un aprendizaje óptimo

Un informe del Índice de Resultados Escolares (IRE) elaborado por Argentinos por la Educación expone una alarmante dualidad en el sistema educativo argentino, marcada por avances en la retención escolar y un preocupante deterioro en los aprendizajes. En Tucumán, esta contradicción es especialmente evidente: la provincia posee un progreso en la proporción de estudiantes que llegan al último año de secundaria en el tiempo esperado, pero enfrenta un retroceso en los conocimientos básicos, particularmente en Matemática, lo que la posiciona entre las jurisdicciones con los índices más bajos del país. A nivel nacional, la caída del IRE de 13 a 10 estudiantes de cada 100 entre 2022 y 2024 refleja una crisis estructural que amenaza las trayectorias educativas y perpetúa desigualdades socioeconómicas, un desafío que interpela tanto a las políticas públicas como al sistema educativo en su conjunto.


En este contexto, Tucumán emerge como un caso paradigmático de avances y retrocesos. Según el informe “Índice de Resultados Escolares: ¿Cuántos estudiantes llegan al final de la secundaria en tiempo y forma?”, elaborado por María Sol Alzú, Martín Nistal y Víctor Volman, al que tuvo acceso Tendencia de Noticias, la provincia logró un incremento en la proporción de estudiantes que alcanzan el último año de secundaria en el tiempo teórico esperado. Para la cohorte 2013-2024, el 60% de los alumnos finalizó sus estudios en tiempo, un aumento de 12 puntos porcentuales respecto a la cohorte 2011-2022, equiparándose con Corrientes como una de las jurisdicciones con mayor crecimiento en este indicador. El informe destaca que “comparando con los datos de 2022, en 19 jurisdicciones aumentó la proporción de estudiantes que llegan en tiempo teórico, destacándose los casos de Santa Cruz (+17 pp), Tucumán y Corrientes (+12 pp ambas provincias)”.


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Sin embargo, este logro en la terminalidad se ve ensombrecido por un desempeño preocupante en los aprendizajes. En el período 2022-2024, Tucumán mostró un estancamiento en Lengua, con un cambio de 0 puntos porcentuales (57% de estudiantes con desempeño satisfactorio o avanzado en ambos años), y una caída de 4 puntos porcentuales en Matemática, pasando del 16% al 12%. Esta combinación de factores derivó en un descenso del IRE provincial, que pasó de 11 de cada 100 estudiantes en 2022 a 7 de cada 100 en 2024. Este retroceso posiciona a Tucumán entre las provincias con los peores resultados, solo superando a Chaco (3%) y otras jurisdicciones como Santiago del Estero, Misiones y Catamarca (4%).


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Escolaridad en tiempo y forma, por jurisdicción, ordenado por NSE.



La situación se agrava al considerar el contexto socioeconómico. Tucumán registra un 50,23% de sus alumnos en los quintiles 1 y 2 de nivel socioeconómico (NSE, los más bajos), lo que refleja desafíos estructurales que limitan el acceso equitativo a una educación de calidad. Como señala el informe, “los logros educativos y las trayectorias académicas suelen estar positivamente correlacionados con el estatus socioeconómico de los alumnos”, un factor que explica en parte las dificultades de la provincia para mejorar los aprendizajes.


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A nivel nacional, el IRE evidencia un deterioro alarmante: “10 de cada 100 estudiantes que empezaron primer grado en 2013 llegaron al final de la secundaria en tiempo y forma en 2024. En 2022 llegaban 13 de cada 100”. Este descenso, atribuido principalmente al “deterioro en los aprendizajes que tuvo mayor peso” que los avances en terminalidad, pone en evidencia una crisis estructural del sistema educativo argentino. Aunque el 63% de los estudiantes de la cohorte 2013-2024 logró llegar al último año de secundaria en el tiempo esperado, un aumento de 2 puntos porcentuales respecto a 2022, el retroceso en los conocimientos básicos neutralizó este progreso.


El informe destaca fuertes disparidades entre provincias. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) lidera con un 23% de estudiantes que finalizan en tiempo y forma, seguida por Tierra del Fuego y Córdoba, ambas con 13%. En el extremo opuesto, provincias como Chaco, con un 3%, y Santiago del Estero, Misiones y Catamarca, con un 4%, reflejan las profundas desigualdades regionales. Estas diferencias están estrechamente vinculadas al nivel socioeconómico: “la provincia con el Índice de Resultados Escolares más bajo (Chaco) es la segunda provincia con mayor proporción de estudiantes en el quintil 1 y 2 de NSE,” mientras que CABA, con el IRE más alto, tiene la menor proporción de alumnos en esos quintiles.


En términos de aprendizajes, el desempeño nacional muestra tendencias contrastantes. En Lengua, se registró una mejora de 2,7 puntos porcentuales, con avances destacados en Chaco (+12,5), La Rioja (+8,7) y CABA (+8,6). Sin embargo, en Matemática, “todas las jurisdicciones, a excepción de Formosa, registraron caídas en el desempeño”, con una baja promedio de 5,5 puntos. Las caídas más pronunciadas se observaron en CABA (-8,7), Neuquén (-7,4) y Córdoba (-6,5), lo que evidencia un retroceso generalizado en esta área crítica.


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El informe generó reacciones entre especialistas que subrayan la urgencia de abordar esta crisis. Ivana Templado, economista senior de FIEL, advirtió: “Apenas el 10% de los jóvenes llegaron al último año de la secundaria en el tiempo previsto y con los saberes. Casi un 40% menos que hace 6 años atrás, cuando ya el número era preocupantemente bajo. Esta es la cohorte que estaba empezando la secundaria cuando se cerraron las escuelas por la pandemia, y la mayor caída viene del lado de matemática, porque la pandemia pegó sobre todo en matemática. No se trata solo de no saber aplicar una regla de tres simple o no saber despejar una variable; el nivel de ingresos está directamente asociado con puntajes más altos en matemática. Son los ingresos futuros de estos jóvenes lo que está en juego”.


Irene Kit, pedagoga y presidenta de Educación para Todos, destacó la necesidad de replantear la enseñanza de Matemática: “Una vez más queda expuesto el profundo esfuerzo que requiere pensar cómo mejorar sustantivamente la enseñanza de la matemática, en toda la educación obligatoria. Esa mejora implica revisar cuidadosamente cuál es la estructura de conocimientos matemáticos que resultan fundamentales para este momento social y productivo, qué relación hay entre el tiempo dedicado a este espacio curricular y los logros que se espera alcanzar, e instalar por un período un ‘profesor particular’ para esta asignatura que no dependa del pago adicional que pudieran hacer los familiares. Es clave que el pensamiento lógico matemático sea una herramienta de pensamiento en una variedad de espacios curriculares, no quedando sólo encerrado en el espacio curricular de matemática”.


Comprensión e injusticias


Viviana Postay, docente y formadora, subrayó la importancia de consolidar los aprendizajes fundamentales: “La escuela secundaria argentina es cada vez más exitosa en lo que refiere a expansión de la escolaridad: es decir, los adolescentes están en la escuela y esto es un dato para celebrar. Sin embargo, continuamos sin poder compatibilizar esta expansión de la matrícula con los aprendizajes más fundamentales. Necesitamos un back to basics que, lejos de nostalgias restauradoras, comprenda la relevancia de las disciplinas fundamentales (arrancando por lengua y matemática) para construir a partir de allí saberes más complejos y proyectos más ambiciosos”.


Por su parte, Verónica Cipriota, directora ejecutiva de Enseñá por Argentina, celebró los avances en Lengua, pero alertó sobre las desigualdades: “Celebramos la mejora en Lengua en casi todo el país, porque demuestra la potencia que tiene priorizar un tema en la agenda pública, en las políticas educativas y en el trabajo cotidiano de las escuelas. Sin embargo, que sólo 10 de cada 100 estudiantes logren finalizar la secundaria en tiempo y forma, y que esas trayectorias sigan marcadas por el nivel socioeconómico, nos habla de una Argentina profundamente injusta. Desde nuestra experiencia en las aulas y en el trabajo con comunidades, sabemos que el acompañamiento cercano transforma las posibilidades de los estudiantes”.

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