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LA SEMANA POLÍTICA

Después del domingo 26, la oposición se queda con una silla vacía en Tucumán

Ni La Libertad Avanza ni Unidos por Tucumán están en condiciones de instalar un referente que aglutine para 2027. La reconstrucción del radicalismo y las apuestas por los tres testimoniales.

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Fernando StanichTendencia de noticias
18 oct, 2025 08:07 p. m. Actualizado: 20 oct, 2025 08:32 a. m. AR
Después del domingo 26, la oposición se queda con una silla vacía en Tucumán

Hay una consecuencia directa de las elecciones del próximo domingo que ya puede anticiparse: el sillón de referente de la oposición en Tucumán, ese capaz de aglutinar a diferentes sectores detrás de una candidatura, quedará formalmente vacante.


El dato no es menor porque representa un hecho inédito para la historia reciente de la provincia. Desde la instauración del régimen de acoples, el peronismo potenció líderes y los fortaleció. Pero también, aunque en menor medida, el sistema de colectoras permitió que decenas de dirigentes de diferentes extracciones opositoras confluyeran detrás de un mismo nombre cada cuatro años. Claro, sin expectativas reales de ganar, pero sí permitiendo que hubiera una representación mínima en la Legislatura. José Cano, Silvia Elías de Pérez y Roberto Sánchez son los ejemplos.


En rigor, las elecciones legislativas de 2013, de 2017 y de 2021 sirvieron a los tres para tomar impulso de cara a las provinciales de dos años después. En lugar de posicionar a un referente que pueda enfrentar al peronismo, el casillero quedará vacío tras los comicios del domingo venidero.


Entres oficialistas y opositores no hay dudas respecto de que el gobernador Osvaldo Jaldo vencerá en las urnas. Claro, la magnitud de esa victoria lo fortalecerá para ir en busca de la reelección en 2027 o abrirá la temporada de intrigas palaciegas en el justicialismo. Quizás esa sea la única duda de este llamado electoral. Pero en la vereda de enfrente la preocupación es otra, porque las encuestas marcan que no hay un dirigente que pueda utilizar esta contienda como catapulta.


La cucarda irá para la Quinta de Olivos


En el caso de que La Libertad Avanza realice una buena elección, obteniendo dos de las cuatro bancas en juego, la cucarda se la llevará exclusivamente el presidente Javier Milei. El jefe de Estado pasó ayer por Tucumán, una de las provincias en las que mejor se siente. A pesar de que Jaldo encabeza la lista del PJ de manera testimonial, en la única entrevista que dio a medios locales no esbozó ninguna crítica siquiera para sacar provecho electoral. De hecho, a Tendencias de Noticias y El Ocho TV dijo que “entiende” que se está en campaña, y que el lunes todo vuelve a la normalidad.


Esto implica que Federico Pelli podrá obtener una banca como diputado y arrancar una carrera política, pero no aspirar a liderar la oposición dentro de dos años. Y el caso de Lisandro Catalán, el presidente de La Libertad Avanza en Tucumán, es similar. Sin rodaje electoral y con los enredos diarios del Ministerio del Interior, acelerar los pasos para llegar a 2027 instalado como rival de Jaldo puede resultar contraproducente. Más cuando hay una apuesta mucho más segura en el próximo llamado: se renovarán las tres bancas en el Senado, dos para la mayoría y una por la primera minoría.


El refugio del corredor


Para Roberto Sánchez esta elección supone un retroceso en su construcción política. No existe ninguna posibilidad de que pueda repetir los números de 2023 y el radical fue perdiendo apoyos estratégicos en este tiempo: sus ex socios de Juntos por el Cambio están desperdigados entre el jaldismo y la oposición, y el radicalismo está dinamitado a partir de la intervención partidaria. Ni siquiera su socio Mariano Campero levantó la voz para pedir el voto por él, apenas envió al intendente de Yerba Buena Pablo Macchiarola y al legislador Manuel Courel a poner la cara.


Es más, en Unidos por Tucumán saben que la campaña fue complicada porque el diputado se quedó a mitad de camino entre ser opositor a Milei y a Jaldo. La polarización, además, lo excluyó. En el mejor de los casos, el concepcionense podrá revalidar la banca que pone en juego. Aún así, su debacle en las urnas será irrefutable y, en consecuencia, su futuro en 2027 no se presenta promisorio. La salida más segura es la de refugiarse nuevamente en la Intendencia de Concepción, el lugar en el que quizás se sintió más cómodo.


Y Campero, que anticipó en más de una ocasión sus intenciones de ser candidato a gobernador, parte con la desventaja de que tiene mucha resistencia entre correligionarios y aliados. Además, su reposicionamiento mileísta lo ubica en un sitio difuso. Hasta aquí, La Libertad Avanza no dio ninguna señal de apertura para ubicar a foráneos en las candidaturas más encumbradas. Eso no ocurrió en ninguna provincia, aún a riesgo de perder frente a los oficialismos locales. ¿Por qué habrían de hacer una excepción en Tucumán?


Los sub 50


Por supuesto, faltan dos años. Sin embargo, la vacante que se producirá obligará a reacomodamientos en la oposición. Apenas pase la elección, un grupo de radicales está dispuesto a comenzar ese proceso de renovación. En ese lote se inscriben el propio Campero y el legislador Agustín Romano Norri. También anotan al último desenamorado libertario, el bellavistense Sebastián Salazar.


El ex gerente regional de la Anses pegó un portazo que impactó más en el peronismo que en la UCR y en LLA. Sin chances de trabajar para Sánchez, muchos recuerdan que es uno de los correligionarios de mejor diálogo con el gobernador Jaldo y que su esposa, Paula Quiles, aún debe gobernar el municipio durante dos años. Vale recordar que su llegada a la Intendencia en 2015 le sirvió a la Casa de Gobierno para terminar con esa vieja e incómoda interna entre Manuel Fernández y Luis Espeche. Bella Vista es para Jaldo lo que Tucumán es para Milei.


Jaldo no; ¿Manzur y Acevedo? El drama de las testimoniales


Así las cosas, a una semana de las elecciones y con pocas incógnitas por develarse, la dirigencia comienza a mirar en el día después. Otro de los asuntos abiertos que las encuestas han reflotado es qué hará el oficialismo en caso de que obtenga tres de las cuatro bancas en disputa. Porque lo que se supone debería ser una alegría, termina por generar un inconveniente con la chance cierta de resignar un escaño o de tener que judicializarlo.


Si el frente Tucumán Primero gana tres escaños, quienes asuman deberían ser Jaldo, Gladys Medina y Javier Noguera. Pero como el gobernador no lo hará, Noguera ocupará su lugar. El corrimiento y la ley de paridad de género llevaría a que el reemplazante sea el primer suplente, Juan Manzur. ¿El ex gobernador dejará dos años en el Senado para quedarse con cuatro en Diputados? ¿Bajará un peldaño justo cuando se avizora un período de negociaciones y de revalorización de la Cámara Alta producto de la fragilidad del Gobierno nacional? Y si decide no renunciar al Senado, el último de la lista es el vicegobernador Miguel Acevedo.


Lógico, el presidente de la Cámara repite que no dejará su actual lugar porque su presencia en la nómina es meramente simbólica. ¿Pero, qué pasaría si el pedido proviniera de su jefe político? No importa cuándo se lea esto, siempre hay un mismo nombre que está detrás, en silencio, pero presente por si las dudas: Sergio Mansilla, presidente subrogante de la Cámara. En el peronismo, el que se aburre es porque no le presta atención a la infinidad de especulaciones que circulan.

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