El limón tucumano lideró la suba de precios en los alimentos a fines de 2024 y ahondó la crisis del sector

En los último dos meses del año pasado el limón tucumano registró un incremento en su precio que rondó el 106,98%, de acuerdo a lo informado por el INDEC, constituyéndose en el principal alimento de la canasta básica en liderar la suba de precios en el período indicado. En tal sentido, pasó de costar $1.472 el kilo en octubre a los $3.048 en diciembre de 2024.

Esta situación demuestra la poca oferta que tuvo el cítrico en el mercado local a lo que se suman las diversas complicaciones de su campaña de cosecha en la provincia como consecuencia de factores climáticos, bajos precios internacionales de sus derivados como jugo y aceite y una productividad en declive desde hace ya algunos años. Además, la suba en el precio del limón está influenciada, justamente, en esta época que no se caracteriza precisamente por ser la de mayor actividad dada las cuestiones estacionales.

También, debe agregarse que muchos productores de la provincia, ante este declive de la actividad decidieron rotar y diversificar sus cultivos, por lo que se estima que se perdieron cerca de 15.000 hectáreas de plantaciones de limón (equivalente casi al 10% de la producción total) que fueron suplantadas por caña de azúcar, palta, mango, nueces y hasta café, algo totalmente impensado tiempo atrás.

Limitaciones diversas

“Eso hace que la producción durante el verano sea limitada, y al tener altas temperaturas, el consumo aumenta. Todos los veranos, el precio tiende a subir, pero este año la situación fue peor”, comentó Claudio Muollo, presidente de la Cámara de Operadores Mayoristas Frutihortícolas.

En paralelo, detalló que las heladas tardías de este año afectaron gravemente la producción. Además, durante el invierno, los precios fueron tan bajos que muchos productores decidieron no cosechar, dejando el limón en las plantas. “Esto retrasó la próxima floración y redujo la producción para el verano. Tampoco se realizaron labores culturales esenciales, como podas y curas, lo que agravó la situación”, explicó Muollo.

Vale resaltar que durante el invierno de 2024, el precio del limón alcanzó niveles críticos. Según datos del IPC, en julio el kilo se vendía a $224 y durante varios meses no superó los $300. “A esos valores era imposible mantener la producción y cuidar las plantas. Por eso, muchos productores dejaron de realizar tareas esenciales porque la actividad no era rentable”, resaltó.

Factores que alteran los valores

José Carbonell, presidente de la Federación Argentina del Citrus (Federcitrus), explicó que durante toda la campaña, el mercado interno se abastece con el descarte de empaques de exportación. Sin embargo, este sistema también se vio afectado por la caída de los precios internacionales de los derivados del limón, como el aceite, el jugo y la cáscara.

El dirigente señaló que el gran fijador de precios es el de fábrica, que surge del aceite, el jugo y la cáscara. Según indicó, en el caso del aceite, su valor spot cayó a menos de la mitad, llegando a venderse por menos de 8 dólares el kilo, cuando anteriormente se encontraba entre 16 y 20 dólares. El jugo también sufrió una caída significativa, pasando de 2760 dólares la tonelada a menos de 800, aunque recientemente comenzó a recuperarse impulsado por el aumento del precio del jugo de naranja. Por su parte, la cáscara es el único componente que se ha mantenido relativamente estable.

Esta situación generó pérdidas continuas para los productores durante los últimos seis años, provocando la eliminación de miles de hectáreas de cultivo.

En este contexto, en lo que respecta a los precios, Muollo cree que la situación podría empezar a estabilizarse en marzo, cuando la nueva producción llegue al mercado. Sin embargo, durante el invierno se espera que los precios del limón varíen entre $1000 y $2000 por kilo, dependiendo de la oferta local y el ingreso de fruta importada.