Un informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Famaillá encendió las alarmas en el sector citrícola de Tucumán, al proyectar una significativa disminución en la superficie cultivada de limón. Según el estudio presentado por la Magíster en Gestión Ambiental, Cristina Morales (de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres - EEAOC-) la provincia experimentó una pérdida que, según el relevamiento inicial, asciende a 3.200 hectáreas de fincas de limón. Sin embargo, la situación es aún más crítica al analizar la tendencia de los últimos años.
Morales detalló los hallazgos del estudio, que se realiza anualmente desde 2017: "Es un relevamiento que realizamos a través del procesamiento de imágenes satelitales y con algunas salidas de campo". Para este año, la superficie de cítricos en Tucumán se estima en 39.040 hectáreas, lo que representa "una reducción equivalente a 3277 hectáreas" solo en el último período, indicó en declaraciones a LV12.
La investigación del laboratorio de teledetección y SIG del INTA Famaillá permitió trazar una evolución preocupante. "Desde el 2017 la producción de cítricos creció hasta el año 2021 en casi 9.000 hectáreas", explicó Morales. No obstante, este crecimiento se interrumpió abruptamente: "A partir del año 2022 notamos que hubo un descenso hasta este año".
Números y zonas
La caída es drástica desde el pico de 2021 "donde crecimos casi a 53.000 hectáreas y desde ese año hasta acá, ya en el 2022 bajamos a 48.000 hectáreas, 2023 teníamos 45.000, 2024 en 42.000 y este año estamos en el orden de los 39.040 hectáreas", precisó Morales. En números concretos, "sumado a toda esta superficie desde el 2021, este descenso es aproximadamente de 12.932 hectáreas", confirmando una pérdida cercana a las 13.000 hectáreas en pocos años.
El estudio también identificó los departamentos más impactados por esta disminución. "El mayor productor de cítricos es Burruyacu", señaló Morales, añadiendo que de los once departamentos productores de cítricos, "todos descendieron, de los cuales hay tres que son los que representan un mayor descenso como ser Burruyacu, Monteros y Tafí Viejo". Los porcentajes de descenso en estas áreas varían "desde un porcentaje del 1,21 a un 13%".
Una de las claves de la investigación fue determinar el destino de las tierras que dejaron de ser cultivadas con limón. Los resultados son claros: "Notamos que fue hacia la caña de azúcar, otros hacia granos en menor medida, otros no pusieron nada porque eran muy poca superficie y muy pocos migraron hacia algunos frutales".
Tecnología aplicada
Para llevar a cabo este exhaustivo relevamiento, el INTA Famaillá utiliza tecnología de punta. "Trabajamos con imágenes Centinel con resoluciones de píxel de 10 y 20 metros, son imágenes gratuitas, los software que utilizamos también son gratuitos y realizamos algunas salidas a campo", indicó Morales. El proceso implica "clasificación supervisada con puntos de control de lotes que sabemos que son citrus" y se trabaja con imágenes procesadas "desde febrero hasta agosto".
Estos informes son "una herramienta de planificación y estudios prospectivos para saber la dinámica agrícola de nuestra región y fundamentalmente en nuestra provincia Tucumán", concluyó Morales, subrayando la importancia de estos datos para los productores en la toma de decisiones. El equipo del INTA Famaillá ya está trabajando en una próxima investigación para relevar la citricultura a nivel del NOA.