
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, encabezado por Jorge Macri, busca reposicionarse tras el fuerte impacto electoral que significó el triunfo de La Libertad Avanza (LLA) en los comicios porteños del 18 de mayo. Con la mira puesta en las elecciones de 2027, el oficialismo local intenta “volver a las fuentes” y reforzar la gestión con políticas de cercanía, obras públicas y mejoras en los servicios.
Aquella elección, en la que el PRO quedó en tercer lugar con el 16,22 por ciento de los votos detrás del panperonismo (27,89) y LLA (30,70), representó un punto de inflexión para el partido amarillo. Fue la primera vez en 18 años que el macrismo quedó relegado al tercer puesto en la Ciudad, su bastión histórico desde 2007.
En el entorno de Jorge Macri admiten que los primeros dos años de gestión estuvieron marcados por tensiones internas con su antecesor, Horacio Rodríguez Larreta, y por la influencia de la agenda nacional impulsada por el gobierno de Javier Milei. Sin embargo, ahora buscan recuperar protagonismo en el territorio porteño.
“Ahora tenemos que volver a las fuentes”, señaló un funcionario del Ejecutivo local, en referencia a las políticas de cercanía y gestión barrial que caracterizaron al PRO durante las administraciones anteriores. En esa línea, el Gobierno porteño prevé reforzar obras de infraestructura, renovación del transporte y programas de seguridad.
En el PRO reconocen que la ola violeta representa una amenaza real a su hegemonía en la Ciudad, aunque mantienen cierto optimismo. Consideran que el electorado porteño de centro derecha comparte afinidades con ambos espacios y que el partido todavía conserva el atributo de la gestión como carta de presentación.
“Nosotros somos más de centro y ellos son de derecha; nosotros creemos en un Estado eficiente y moderno y ellos no creen en el Estado, lo cual es una contradicción en sí misma porque, si así fuera, deberían renunciar”, expresó un dirigente del PRO consultado por Noticias Argentinas.
El domingo pasado, la victoria de Patricia Bullrich —con el 47,35 por ciento de los votos en la lista de senadores de la alianza entre el PRO y LLA— reforzó las alertas internas en el oficialismo porteño. En el macrismo asumen que la disputa con los libertarios se concentra sobre el mismo electorado, y aunque evitan dar por sentado cualquier resultado, apuestan a recuperar terreno en los próximos dos años.
La estrategia, resumen cerca del jefe de Gobierno, será mostrar gestión, cercanía y resultados concretos, con la mirada fija en el desafío de 2027.