
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, publicó este sábado una extensa carta dirigida al presidente Javier Milei, en la que manifestó su descontento por no haber sido convocado al encuentro de gobernadores realizado en la Casa Rosada, centrado en los firmantes del Pacto de Mayo.
Kicillof calificó la decisión presidencial como un “gesto antidemocrático” y “contrario al espíritu federal”. En el texto, remarcó que “las provincias que usted decidió no convocar representan a más del 40% de la población argentina. Y los gobernadores que las conducimos fuimos elegidos democráticamente, al igual que usted, para defender los intereses de nuestros pueblos”.
El mandatario bonaerense reiteró su llamado a establecer instancias de trabajo conjunto: “Lo convoco, una vez más, a reunirnos para articular políticas públicas. No espere de mí insultos ni agresiones; pero tampoco espere que ceda en la defensa de los intereses de mi provincia o en la defensa de las convicciones de mi fuerza política”.
En otro tramo, Kicillof cuestionó el impacto de las medidas económicas del Gobierno nacional: “Las calamidades que su modelo económico provoca en nuestra sociedad siguen su curso. Jubilados, trabajadores, comerciantes, industriales, estudiantes, sectores vulnerables y sectores medios continúan siendo golpeados por un ajuste que se traduce en recesión, caída del consumo, pérdida de empleo y angustia”.
También hizo referencia al vínculo del Ejecutivo con los mercados internacionales: “Los dólares de Scott Bessent pueden haber sido eficaces para calmar a los mercados financieros, pero de ninguna manera resuelven los problemas de la vida cotidiana de la mayoría de los argentinos”.
Sobre las reformas legislativas que el Gobierno planea impulsar, sostuvo que “aún no
se conoce el contenido preciso de sus propuestas, pero las declaraciones de sus funcionarios insinúan una dirección que agravará las desigualdades”.
Kicillof cerró su carta con un pedido al Presidente: “Los argentinos la están pasando mal. Las familias están endeudadas, los comercios vacíos, la industria paralizada, los salarios pulverizados. Su política económica está destruyendo el tejido social y productivo de la Argentina. Por eso le pido que escuche, que corrija, que dialogue. No con los mercados, sino con la gente”.