
Los habitantes de la villa veraniega de El Mollar y quienes la visitan en esta época del año deberán tener cuidado de no dejar sueltas a sus mascotas, bajo el riesgo de que sean secuestradas por las autoridades locales y de tener que pagar multas para recuperarlas.
Así lo establece la Resolución N° 708 que lleva la firma del comisionado rural de esa localidad, Jorge Cruz, por la cual se establecen estrictas medidas contra la circulación de animales sueltos ante la necesidad de “contar con un tránsito seguro dentro del ejido comunal”.
“En el circular permanentemente por las arterias de esta comuna, de animales sueltos, produce un verdadero peligro tanto para peatones y transeúntes, generando daños en la plaza, la arbolada, plantas, ornamentos y en los inmuebles, además de afectar la higiene de calles y veredas”, establece el instrumento en sus fundamentos.
La resolución advierte que será considerada una falta grave la circulación de ganado mayor y menor sin la supervisión de sus dueños.
En lo que respecta a la circulación de canes, señala que “los perros de mediano y gran porte solo podrán transitar con bozales y bajo la custodia de sus dueños”, al tiempo que aclara que “la libertad de estos animales en las calles está prohibida”.

La normativa advierte que los animales que transiten en infracción de las disposiciones mencionadas “podrán ser secuestrados y llevados a un lugar habilitado” y aclara que “los propietarios tendrán la oportunidad de recuperarlos previo pago de una multa y los costos de mantenimiento”.
Las multas por infracciones a esta polémica resolución se determinarán en función de los costos de los insumos necesarios durante la retención de los animales, con montos establecidos a partir del precio del litro de nafta súper (se prevén sanciones que van de los 10 litros a los 50 litros de combustible, según la gravedad de la falta).
La resolución generó un fuerte debate, con voces a favor y en contra de esta medida, lanzada en plena temporada turística en los valles.