
La sífilis es una infección causada por bacterias que, en la mayoría de los casos, se transmite por contacto sexual. En Argentina, los casos aumentaron un 20,5% en comparación con el mismo período de 2024.
Así lo informó el Boletín Epidemiológico Nacional (BEN), al que tuvo acceso la Agencia Noticias Argentinas. El documento señala que desde 2011 se registra una etapa de incremento constante, que se acelera notablemente desde 2015. Entre 2015 y 2019, el número de casos notificados se triplicó, evidenciando una intensificación sostenida del patrón ascendente.
En 2025 se registró un aumento del 20,5% respecto del mismo período de 2024, con un total de 36.702 casos en la población general. En el análisis por jurisdicción, las provincias con mayor incremento porcentual interanual fueron Neuquén (110%), Entre Ríos (72%) y Tierra del Fuego (57%).
En contraste, se observaron descensos significativos en Formosa (42%), San Luis (18%), La Pampa (14%) y Santa Fe (2%), aunque en general se trata de jurisdicciones con menor volumen absoluto de notificaciones.
La mayor carga de enfermedad se concentró en personas de entre 15 y 39 años, que representaron el 76% del total. Las tasas más elevadas del período se registraron en los grupos de 20 a 24 años y de 25 a 29 años. En segundo lugar, el grupo de 30 a 34 años también presentó una carga elevada, con una tasa general de 146,7 por cada 100.000 habitantes, seguido por el grupo de 15 a 19 años, con una tasa de 108,2 por cada 100.000. A partir de los 35 años se observa una disminución progresiva tanto en casos como en tasas, un patrón más marcado en mujeres.
El Ministerio de Salud señaló que el incremento de casos en Argentina se inscribe en un contexto de aumento global y regional, con mayor intensidad en poblaciones jóvenes y en mujeres en edad fértil.
Frente a este escenario, la cartera sanitaria trabaja junto a las jurisdicciones para fortalecer la vigilancia epidemiológica y la sistematización de información, con el fin de anticipar escenarios y tomar decisiones oportunas.
Además, se realiza un análisis periódico de las notificaciones de sífilis en la población general, en embarazadas y en personas expuestas en el período perinatal. Este seguimiento permite identificar las poblaciones más afectadas, revisar capacidades de tamizaje, detectar brotes y evaluar la respuesta sanitaria.
El Ministerio también distribuye reactivos para pruebas rápidas y penicilina benzatínica a las provincias, con el objetivo de mejorar el diagnóstico y el tratamiento de los casos confirmados. El sistema de distribución funciona bajo una lógica de abastecimiento continuo, basado en el monitoreo del consumo provincial, la demanda proyectada y la priorización de jurisdicciones con mayor carga de enfermedad.
En la misma línea, se trabaja para fortalecer el uso de pruebas rápidas de sífilis en el primer nivel de atención, promoviendo la pesquisa temprana y reduciendo barreras de acceso al diagnóstico. Este tipo de pruebas permite obtener resultados en pocos minutos, facilitando decisiones inmediatas y mejorando la captación oportuna de las personas afectadas.