En el inicio de zafra del ingenio Concepción se llamó a la unidad del sector para cumplir las metas de exportación de azúcar

El gobernador Osvaldo Jaldo participó de la misa y bendición de frutos por el inicio de la zafra 2025 en el Ingenio La Corona, en Concepción, acompañado por el intendente Alejandro Molinuevo, funcionarios provinciales, el legislador Carlos Funes, el propietario de la compañía Roberto Arano, el Vicario General Fabián Brito, concejales y trabajadores.

Jaldo elogió el esfuerzo de la cadena productiva, especialmente el de los cañeros: “Su capital está a la intemperie, dependen del clima día a día. A ellos, muchas gracias por el trabajo constante”. También destacó a los trabajadores del ingenio, clave para transformar la caña en producto. En un contexto global adverso, señaló: “Tenemos un mundo en guerra, cuyas consecuencias económicas llegan a la Argentina y también a Tucumán”, y convocó a la unidad: “Hoy más que nunca tenemos que estar juntos”.

El gobernador resaltó el acuerdo entre los 14 ingenios, cañeros y el gobierno para diversificar la producción y fortalecer el precio del azúcar: “Lo importante no es si tenemos mucha o poca materia prima, sino qué destino le damos. Tenemos que cumplir con los cupos de exportación, bioetanol y generación de energía”. En un mensaje contundente, afirmó: “Hoy más que nunca, los tucumanos tenemos que estar juntos, defender el azúcar, el alcohol, los cítricos, el arándano, la frutilla y todas nuestras economías regionales. Vivimos exclusivamente de ellas”.

El intendente Molinuevo reforzó la necesidad de colaboración entre el gobierno nacional, provincial y municipal para respaldar al ingenio, parte del “corazón de Concepción”. Reafirmó que “Tucumán es azúcar” y, con optimismo, cerró: “Con esperanza, vamos a salir adelante. Este año va a ser mucho mejor que el anterior”.

Por su parte, Roberto Arano expresó gratitud al gobierno provincial por su apoyo y destacó la resiliencia de la industria: “Sabemos que las condiciones no son fáciles, pero tenemos las herramientas para que nos vaya bien a todos”. Recordó los casi 140 años de historia del ingenio, fundado en 1882, y detalló avances industriales: “Tenemos un plan de inversiones a cinco años y ya llevamos tres ejecutados. Lo previsto para el año pasado se cumplió. Una de las obras más importantes fue la renovación del trapiche, que ahora es eléctrico, el único en su tipo en Tucumán. Fue una apuesta fuerte y acertada, ya que es mucho más fácil de operar que uno convencional con turbinas”. Arano precisó que “el grueso de la inversión fue justamente el trapiche, que demandó una inversión de un millón y medio de dólares. En este rubro no se puede improvisar; todo debe hacerse con solidez financiera para evitar problemas mayores a futuro”.