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CUMBRE EN TUCUMÁN

“La matriz energética debe estar ligada a la matriz productiva para descarbonizar la economía y generar empleo”

Sergio Mansur, presidente de la Liga Bioenergética, durante el encuentro “Energía Cultivada” desarrollado en Tucumán, criticó la Ley 27.640 de biocombustibles por su ineficacia y llamó a consolidarlos como una realidad concreta para triplicar la producción, reducir importaciones y fortalecer economías regionales.

Por Tendencia de noticias

22 jul, 2025 06:26 p. m. Actualizado: 22 jul, 2025 06:26 p. m. AR
“La matriz energética debe estar ligada a la matriz productiva para descarbonizar la economía y generar empleo”

“Los biocombustibles no son una utopía, es una imperiosa necesidad para descarbonizar la economía, generar empleo y competitividad, pero enfrentamos un escenario amenazante por una ley deficiente que no se aplica”, afirmó Sergio Mansur, Secretario de Planificación Estratégica de la provincia de Córdoba y presidente de la Liga Bioenergética de las Provincias, durante su disertación en la jornada “Energía Cultivada: El Bioetanol en el Desarrollo del NOA”, realizada

en Tucumán. En su exposición, Mansur destacó la relación inseparable entre la matriz energética y la productiva, subrayando el potencial de los biocombustibles para descarbonizar la economía, generar empleo y posicionar a la Argentina como líder regional, mientras criticó la obsolescencia de la Ley 27.640 y abogó por un nuevo marco normativo que habilite mayores cortes y competitividad.


Mansur alertó sobre las dificultades que enfrenta el sector: “El escenario que tienen hoy los biocombustibles es amenazante. Tenemos actualmente una ley que es mala, deficitaria, deficiente y, además, no se aplica. Si se aplicara, quizás el deterioro de los sectores que producen biocombustibles no sería tan profundo o tan grave”. Refiriéndose a la Ley 27.640, señaló: “Este doble problema, de que es una ley compleja y deficiente y no se aplica, despierta la necesidad imperiosa de pasar a la acción”. Según el funcionario de la gestión del gobernador Martín Llaryora, esta normativa no solo no fomenta el crecimiento del sector, sino que perpetúa un retraso en los precios que las petroleras pagan por el bioetanol y el biodiesel: “Tenemos un retraso permanente en el precio al que debieran adquirir las petroleras la mayoría de los productos, tanto de bioetanol de caña como de maíz y biodiesel”.


El referente también apuntó a los desafíos estructurales: “La capacidad de refinamiento de Argentina llegó a su tope máximo. Si necesitamos más combustibles líquidos, o importamos o incorporamos biocombustibles. Entendemos que un gobierno como este debiera desistir de las importaciones teniendo recursos locales a un precio competitivo, por debajo de la paridad de importación”. Mansur cuestionó la influencia de los lobbies de los combustibles fósiles, pero reconoció que “conviven múltiples factores” que han limitado el desarrollo del sector.


Un vínculo clave


Mansur destacó la experiencia de Córdoba como un modelo para el desarrollo de los biocombustibles: “Surge como una iniciativa de bioeconomía, donde la infraestructura es un factor de producción. La gran inquietud era cómo interpretar la infraestructura pública como parte de los factores de producción que facilitan el asentamiento de proyectos de inversión y la generación de empleo”. En este contexto, Córdoba identificó su abundancia de maíz como una oportunidad: “Un diagnóstico rápido hablaba de una profunda disponibilidad de materia prima. Si hay materia prima, tecnologías probadas para producir etanol y empresas queriendo invertir, ¿por qué no podemos crecer?”.


El secretario relató cómo dicha provincia experimentó con cortes de etanol más altos: “Faltaba el dato técnico de qué pasaba con los motores comunes. Experimentamos con E70 en la flota pública, usando emuladores de Brasil y Finlandia. Durante dos años usé un auto con E70 sin problemas, pero la demanda era escasa. Concluimos que el corte del 17% no requería intervenir mecánicamente los vehículos, y toda la flota pública de Córdoba se mueve con E17 sin alteraciones”. Estas pruebas, respaldadas por la Ley 10.721 de bioeconomía de Córdoba, demostraron que “Argentina se está perdiendo una tremenda oportunidad” al no aumentar los cortes de biocombustibles.


Mansur subrayó el vínculo entre la matriz energética y la productiva: “La matriz energética debe estar ligada a la matriz productiva. Un sector que produce biomasa o tiene biomasa residual puede transformar esa biomasa en industrias dentro de una cadena de valor, y esas industrias pueden escalar tanto como las normativas lo habiliten”. Este enfoque, según el funcionario, permite consolidar economías regionales: “Los biocombustibles representan empleo, agregado de valor a los recursos que tenemos, desarrollo territorial y economías regionales fuertes que dan oportunidades concretas a los habitantes”.


Descarbonización y competitividad


El titular de la Liga Bioenergética enfatizó el rol de los biocombustibles en la descarbonización: “Los biocombustibles son protagonistas fundamentales de la descarbonización de las economías. Córdoba va a postular su hoja de ruta hacia el 2050 para la carbono neutralidad, y eso lleva a un corte lo más superior posible, porque es la única manera de impactar directamente en la descarbonización del transporte”. Comparó la situación con Brasil que "tiene un corte obligatorio del 27% de etanol con las naftas, nosotros apenas el 12%. Si queremos equipararnos, tenemos la posibilidad de triplicar las industrias que producen etanol hoy”. Mansur destacó que los biocombustibles no solo reducen emisiones, sino que también generan competitividad: “Las grandes empresas miden sus ciclos de vida, y el consumo de energía está vinculado a la huella de carbono. Los productos manufacturados que exportemos deben tener una baja huella para ser competitivos”.


En paralelo, Mansur fue categórico al afirmar que los biocombustibles son una solución concreta: “No es una utopía, es realizable, pero necesitamos un plan productivo que desarrolle la producción con una demanda concreta, constituida por el corte obligatorio”. Recordó los orígenes del sector: “Hace más de 40 años, con el proyecto Alconafta, Tucumán y Brasil comenzaron juntos. Brasil lo siguió, y hoy tiene surtidores con motorización sin problemas. Nosotros tenemos solo el 12%, de los cuales 6 litros de cada 100 en los surtidores provienen de la caña de azúcar del Norte”. Para el secretario, el aumento del corte es una “imperiosa necesidad” ambiental y económica: “Las emisiones de los combustibles fósiles son actores fundamentales del cambio climático. Producir biocombustibles en mayor escala será una necesidad ambiental en muy corto tiempo”.


Mirar al futuro


El funcionario cordobés defendió la necesidad de un nuevo marco normativo: “Necesitamos instrumentos normativos habilitantes que permitan nuevas inversiones, empleos y descarbonización. Paraguay tiene un corte del 25%, Brasil del 27%. Nosotros estamos desaprovechando una oportunidad”. También abrió la puerta a nuevas materias primas, como la remolacha: “Es experimental, pero puede colaborar como otra economía regional para producir etanol”.


La disertación de Mansur reforzó el mensaje de “Energía Cultivada” como un espacio para consolidar los biocombustibles como motor de desarrollo. Su crítica a la Ley 27.640 y su énfasis en la relación entre la matriz energética y productiva resonaron en un auditorio que busca un cambio estructural para el sector. “Los gobernadores (Osvaldo Jaldo, Gustavo Sáenz -Salta- y Carlos Sadir -Jujuy-, quienes abrieron con sus discursos la jornada) fueron contundentes y sensatos. Hay que consolidar lo que existe, pero dar un paso hacia un futuro con mayor productividad y trabajo”, concluyó.

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