
Obtenido de El Ocho
La brutal agresión ocurrida en una escuela tucumana continúa generando conmoción, mientras la familia de Candela, la niña de 13 años apuñalada por un compañero, intenta asimilar lo sucedido. Desde el Hospital de Niños confirmaron que la adolescente permanece estable y bajo observación médica. En diálogo con El Ocho, su abuela Gladys brindó un relato estremecedor sobre las horas posteriores al ataque.
Según detalló, la herida fue más grave de lo que se creía inicialmente. La menor sufrió una perforación pulmonar y debió ser asistida de urgencia. “Anoche se desmejoró y no podía respirar. Tenía sangre en el pulmón, pero ahora está mejor gracias a Dios”, expresó la mujer, destacando la atención permanente del equipo médico.
La abuela explicó que Candela aún no logra comprender lo que ocurrió y permanece en silencio, visiblemente afectada. “Ella pensó que estaban jugando. Que el niño iba a hacer como que le pegaba una piña, pero le dio con el cuchillo”, relató con angustia. El ataque sorprendió por la ausencia de un conflicto previo y por la corta edad de los involucrados.
Gladys también manifestó preocupación por el entorno del agresor: “Del niño solo sé que tiene 13 años. No sé por qué permiten los papás eso. La educación empieza en la casa”. Además, insistió en que su nieta es “tranquila” y que jamás imaginó que un compañero podía atacarla. “Cuando llegué estaba ensangrentada en el piso”, recordó.
El violento episodio vuelve a poner en debate la seguridad dentro de los establecimientos educativos y el acceso de menores a armas blancas. La investigación continúa para determinar las circunstancias del hecho y el contexto previo entre los adolescentes.