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VIOLENCIA ESCOLAR

Tras el apuñalamiento de una alumna en Alderetes, el Gobierno se desliga y pide más control familiar

El gobernador Jaldo afirmó que el Estado no puede controlar “el 100%” de los alumnos y que el problema “empieza en la casa”. La ministra Montaldo destacó que revisar mochilas “no es tarea de la directora” y pidió un trabajo conjunto para prevenir casos graves.

PorTendencia de noticias
26 nov, 2025 03:40 p. m. Actualizado: 26 nov, 2025 03:40 p. m. AR
Tras el apuñalamiento de una alumna en Alderetes, el Gobierno se desliga y pide más control familiar

El gobernador Osvaldo Jaldo se refirió este miércoles al caso de la niña de 13 años que fue apuñalada por un compañero en una escuela de Alderetes y deslindó la responsabilidad exclusiva del Estado en la prevención de episodios de violencia entre estudiantes. El mandatario pidió “empezar a resolver desde la casa” la problemática y reclamó mayor acompañamiento de las familias.


“Sé lo que pasó, pero no conozco en profundidad las condiciones en que pasó este hecho. En eso viene trabajando la ministra de Educación”, inició Jaldo al ser consultado por la prensa. Y agregó que el Estado tiene límites operativos frente al universo de estudiantes que asisten al sistema educativo. “La verdad es que nosotros no podemos controlar el 100% de los alumnos que concurren a más de 1.000 escuelas que hay en la provincia de Tucumán. En esto necesitamos la ayuda del papá y de la mamá. Necesitamos la concienciación a los chicos desde la casa”, recalcó.


El mandatario insistió en que la responsabilidad debe ser compartida. “A nosotros, cuando nos tocó vivir esa edad, desde la casa nos inculcaban lo mejor para nosotros y para quienes conviven con nosotros. Por supuesto que el Estado tiene que estar presente, y estamos presentes en la escuela”, señaló.


Sobre el hecho en sí, Jaldo remarcó la necesidad de control familiar previo para evitar este tipo de hechos que pueden terminar en una tragedia. “Alguien en la casa lo tiene que haber visto que ha sacado un cuchillo. Quien lo llevó a la escuela tiene que saber que ese chico lleva algo que no puede llevar, y así ocurren estas cosas”. Confirmó además que la niña “está estable, fuera de peligro”, según le informó el ministro de Salud, Luis Medina Ruiz.


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En relación con la distribución de responsabilidades, el gobernador insistió en que debe ser compartida. “Si toda la culpa le echamos al docente, a la directora, al ministro de Educación o al Gobierno, no vamos a terminar de solucionar este problema. Esto hay que empezar a resolverlo desde la casa”, subrayó.


Si bien aseguró que las escuelas cumplen una función de cuidado, reconoció que “revisar uno por uno [a los alumnos] es casi imposible”.


Recordó además antecedentes de controles en espacios públicos para evitar episodios de violencia juvenil. “Acuérdense de cuando los chicos se peleaban en la plaza. La policía, junto con los centros de estudiantes, revisábamos las mochilas y había gente que se ofendía. Pero gracias a esa medida terminamos con aquellas peleas campales”, afirmó.


Finalmente, Jaldo sostuvo que el Gobierno reforzará las medidas preventivas en los establecimientos públicos y privados. “Sí nos preocupa, sí nos estamos ocupando, pero vamos a poner mayor énfasis en el control de cada uno de los chicos”.

 


La postura de montaldo: Quién revisa las mochilas

 


La ministra de Educación, Susana Montaldo, aportó detalles sobre lo sucedido y puso el foco nuevamente en el rol de las familias. “El niño dice que a él le han dado algo afuera, cuando venía de camino de la casa a la escuela. Desde el comienzo de la gestión venimos insistiendo en trabajar cada vez más con la familia. Los chicos tienen como primer responsable a la familia y debemos hacerlo de manera mancomunada”, afirmó.


Montaldo reforzó la necesidad de controles domésticos con una participación activa de los padres. “Hay que escuchar a los chicos, revisar mochilas, hablar, ver con quiénes se juntan. No puede la directora revisar 400 mochilas; la familia es la responsable de los chicos que manda a la escuela”, argumentó.


Consultada sobre la capacidad del sistema educativo para prevenir casos similares, respondió: “Nosotros estamos para educar, no somos policías. Si un chico lleva un arma a la escuela, hay que pensar qué está pasando antes. Eso da síntomas. Es como una enfermedad: cuando uno ya llega descompuesto, antes pasaron muchas cosas que no se atendieron”.


La ministra indicó que el Ministerio viene profundizando estrategias de mediación escolar. “Tenemos 600 escuelas con mediación y estamos avanzando en las primarias y en toda la secundaria. También trabajamos mucho con los centros de estudiantes para que se organicen, aprendan a convivir y a vivir dentro de la escuela”, indicó.


Al describir el contexto general, señaló que en los últimos meses se han detectado “muchas sintomatologías” en los adolescentes, entre ellas “adicciones al juego, consumos problemáticos e incluso un índice de suicidios importante”. Y advirtió: “Los jóvenes están pidiendo que los adultos los acompañemos”.


En ese marco, sostuvo que se realizaron “unas 20 reuniones con cerca de 30.000 chicos”, mediante juegos, talleres y encuentros. “Vamos a profundizar también el trabajo con la familia, para que tengamos los mismos criterios de acompañamiento”, comentó.


Por otro lado, consultada sobre el debate por el uso de celulares en las aulas, Montaldo consideró que la tecnología debe administrarse, no prohibirse. “Los celulares existen, los usamos, son útiles. Pero necesitamos disciplina: definir en qué momentos se usan. Cada profesor debe indicar cuándo lo requiere. No se trata de celular sí o no, sino de un uso responsable”, concluyó.

 

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