La sede de la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Tucumán (ADIUNT) fue escenario de un encendido debate sobre el nuevo Sistema Argentino de Créditos Académicos Universitarios (SACAU), una propuesta impulsada por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que genera profunda preocupación en la comunidad educativa. La charla, titulada "Un regreso a lo peor de los 90: el sistema de créditos Académicos", contó con la destacada exposición de Alejandra Schwartz, Licenciada en Historia y docente de la Facultad de Filosofía y Letras (UNT - foto inferior), quien advirtió sobre los graves riesgos que el SACAU representa para la universidad pública, incluyendo el recorte de contenidos, la flexibilización de planes de estudio, el avance de modalidades virtuales y la precarización laboral docente.
Desde ADIUNT, la convocatoria se realizó bajo la premisa de que esta iniciativa del CIN es "un ataque a la educación pública, a la universidad" y "un nuevo intento o un nuevo avance en relación a los procesos de privatización de la universidad". Schwartz enfatizó que esta propuesta "vuelve a retomar lineamientos que ya estaban en la ley de educación superior y en las distintas leyes como parte de una política más general", trazando un paralelismo directo con las políticas neoliberales de los años 90. Recordó, además, que el sistema de créditos "se aprueba al final de la gestión de Alberto Fernández".
De acuerdo a lo señalado por el CIN, "el SACAU se basa en el concepto de Crédito de Referencia del Estudiante (CRE), que es la unidad de medida del tiempo total de trabajo académico que un estudiante dedica a una carrera, incluyendo clases, estudio individual, preparación de trabajos, etc. El objetivo es que cada carrera tenga una duración establecida en CRE, lo que permite a los estudiantes planificar mejor su tiempo y facilita la movilidad entre diferentes instituciones educativas, tanto a nivel nacional como internacional".
El debate destacó la preocupante conexión del sistema de créditos con nuevas formas de medir la calidad universitaria, como las que introduce la CONEAU. Schwartz criticó que estos organismos "ponen en la balanza un montón de numeritos de esos que a Milei le encantan y que reduce un montón de cosas", como la tasa de egreso o la duración de las carreras, ignorando el valor intrínseco del conocimiento generado. "Si yo voy a medir cuánto le sirve al pueblo argentino enseñar biología en la universidad solo por la cantidad de egresados, es un planteo mezquino", sentenció, enfatizando la importancia de no disociar el sistema de créditos de estas "nuevas formas de medir la calidad universitaria".
La expositora alertó sobre el acercamiento del CIN "al consejo de rectores de universidades privadas", señalando que "conversa más el CIN con los rectores de la universidad privada que en vez de la comunidad universitaria ¿qué opinamos del sistema de créditos?". Esto se enmarca en una política que "se parece a lo que tenemos ahora, o sea, se parecen peligrosamente a los momentos de mayor incidencia del neoliberalismo en la educación".
Entre los puntos fundamentales de esta regresión, Schwartz mencionó el "corrimiento del estado en su rol de garante de derechos y la reaparición de la educación como un servicio", un cambio que implica que "se corre el rol del estado nacional como garante de la educación universitaria". Asimismo, criticó el "protagonismo del mercado", donde la universidad debe aspirar a "resolver lo que el mercado pide". "¿La universidad tiene una tarea contracultural contra el mercado o solo tenemos que responder y es la obligación de la universidad generar profesionales con una única perspectiva que tiene que ver con el mercado?", planteó, invitando a la reflexión sobre el verdadero propósito de la educación superior.
Uno de los mayores temores expresados por Schwartz es el impacto del SACAU en los planes de estudio. Se señaló que, bajo la excusa de reducir la duración de las carreras, lo que se busca es "achicar el plan de estudio, o sea con eso implica achicar los contenidos". La implementación del modelo de Polonia en Argentina, criticado por no haber profundizado la movilidad ni beneficiado a los quintiles más pobres en Europa, se presenta como un riesgo, ya que "termina derivando en términos generales en el otorgamiento de títulos que no habilitan al ejercicio profesional y que para poder ejercer la profesión hay que completar la carrera con un posgrado que es pago".
Schwartz utilizó ejemplos contundentes para ilustrar este punto: "la carrera corta no es la carrera de grado la que están inscriptos y títulos intermedios que no los habilita al requerimiento del mundo del trabajo". Schwartz fue enfática al respecto: "me da pena que un chico o una chica que pasó ocho años en la universidad y se va sin nada porque no terminó, me rompe el corazón pero tampoco está bien un título mentiroso".
Precarización laboral y virtualidad
El impacto en la docencia universitaria también fue un eje central. Schwartz lamentó el "nivel de renuncias de colegas, se calcula que hay 10,000 docentes que han renunciado en este último tiempo" debido a la proliferación de "cargos simples que no alcanzan para nada y un vaciamiento de la universidad". La propuesta del SACAU, según los discursos oficiales, implica una "transformación en la cultura pedagógica más que una simple mejora técnica" que permite la "innovación docente y el protagonismo del estudiante". Sin embargo, Schwartz criticó: "esta gente no conoce el país, hay un planteo de que el trabajo docente es malo, esa es la parte que me resulta bastante difícil de aceptar". El modelo de créditos, que equipara horas de interacción docente-estudiante con horas de trabajo autónomo, no reconoce el esfuerzo docente y la guía que implica la planificación.
Otro de los peligros inminentes es el avance de la virtualidad. La habilitación de carreras con más del 50% de virtualidad preocupa, ya que "hay una clara intención de traducir eso a la forma en que nos vinculamos los universitarios y la universitarias y romper nuestra propia idea de comunidad". Schwartz expresó su preocupación por la soledad de los estudiantes en este modelo, en un contexto de "crisis de llanto que tenemos esta aparición de espacios de atención a la salud mental de los estudiantes y las estudiantes colapsados".
Contexto de lucha
Schwartz hizo hincapié en la necesidad de entender la realidad de los estudiantes, muchos de los cuales son "primera generación de universitarios" o incluso los primeros de su familia en terminar el secundario, enfrentando "mucha más dificultad en esas casas para sostener la trayectoria de los chicos y de las chicas". Afirmó que "me preocupa más este número que cómo se mide la cantidad de ojitos" en referencia a las métricas frías que no consideran la trayectoria socioeducativa.
La expositora criticó la distribución desigual de las universidades en el territorio y la falta de políticas que garanticen la supervivencia de los estudiantes, como un boleto universitario real, residencias o comedores accesibles. Además, desmintió la excusa de la "movilidad internacional" como justificación central del SACAU, señalando que "nadie se ha muerto de no convertir horas a créditos" y que la verdadera discusión debería ser cómo mejorar la distribución de recursos universitarios en el país.
La conclusión de la charla fue un fuerte llamado a la movilización y la resistencia organizada. Schwartz y los participantes coincidieron en que la "factibilidad se hace en la calle" y que la lucha debe ser colectiva. "La acción no es individual la acción siempre es colectiva", enfatizó.
Finalmente, Schwartz instó a la comunidad universitaria a "blanquear cuáles son las malas prácticas y cuáles son las buenas prácticas y debatamos de verdad con los chicos y las chicas cómo se arma una materia". La defensa de la universidad pública, gratuita e inclusiva no solo es una cuestión de números, sino de "defender la ciencia y defendemos la universidad y defendemos la docencia como una trinchera de un espacio que en realidad sostenemos, porque nos hace inmensamente felices". En sus palabras, "nada de lo que hacemos en la universidad es al vicio nada no tiene una justificación".