Una multitud colmó la plaza Independencia este viernes para participar de la apertura de la XXXI Asamblea Federal de Acción Católica Argentina, en el marco del mes dedicado a la Virgen de la Merced, patrona de la provincia y de la Iglesia tucumana.
A las 18:30 comenzó la procesión con la imagen histórica de la Virgen de la Merced —la misma a la que Manuel Belgrano entregó el bastón de mando en 1812— que descendió desde la basílica homónima. Fue acompañada por honores, cantos, vivas y por las imágenes marianas de distintas advocaciones traídas por delegaciones de todo el país. La banda del Liceo Militar acompañó el recorrido hasta el altar montado frente a la Catedral. El acto fue organizado por la Basílica de la Merced, encabezado por su párroco, el padre Abel Álvarez.
Allí aguardaba una multitud de fieles y miembros de Acción Católica de todo el país, llegados desde 41 diócesis. Antes del inicio de la misa, la presidenta del Consejo Arquidiocesano de Acción Católica, Carolina Estrada, se dirigió a los presentes con palabras cargadas de gratitud y compromiso. "Bienvenidos a Tucumán. Bienvenidos al NOA. Estamos felices de recibirlos a todos, como lo hicimos en las asambleas del '73 y del '93", expresó. Luego recordó que “esta tierra norteña, que es casa para todos, abre sus puertas de par en par como aquel 9 de julio de 1816, cuando los tucumanos hospedaban los sueños de libertad de la patria naciente”.
Estrada resaltó el esfuerzo colectivo detrás de la organización del evento: “Nos sentimos bendecidos por el Padre Dios de poder percibirlos. Fueron horas y horas de planificación, de diálogo constructivo, de sueños proyectados, de trabajo esmerado. El amor a Jesús de muchas personas ha hecho posible esta asamblea. Porque, como dice el Papa Francisco, no se pierde ningún trabajo hecho con amor, ni siquiera el cansancio generoso o la dolorosa paciencia”. Y agregó: “En cada tucumano encontrarán un servidor que se preparó, que se esforzó, que dedicó tiempo para acogerlos, guiarlos y ayudarlos. Con ustedes somos peregrinos de esperanza”.
También destacó la dimensión misionera de este encuentro. “Hemos querido ser caricia de Dios en la dureza del mundo. Nuestra identidad es la misión. Por ello, de la mano de María de la Merced, hoy iniciamos nuestra misión arquidiocesana y tenemos la gracia de hacerlo como Iglesia en Argentina”, señaló. A modo de cierre, dirigió un mensaje directo a los participantes de todo el país: “Sé del esfuerzo que han realizado. Sé de las angustias, del cansancio, de las veces que quisieron bajar los brazos. Pero todo valió la pena. Se transformó en encuentros fraternos, en alegría desbordante, en fe celebrada, en esperanza en movimiento. El Señor nunca defrauda. Estamos en sus manos, en Él ponemos nuestra confianza, porque Él hace nuevas todas las cosas. Sean bienvenidos al NOA, tierra de santos y santas. Sean bienvenidos a Tucumán, cuna de la independencia. Sean bienvenidos a la XXXI Asamblea Federal de Acción Católica Argentina. A la voz de Jesucristo”.
Luego, el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, tomó la palabra y, con profunda alegría, dio la bienvenida a las delegaciones, destacando la coincidencia de esta Asamblea con el inicio del mes dedicado a la Virgen de la Merced. "Este hermoso acontecimiento une el inicio del mes de nuestra madre y patrona con esta misión mariana que comenzamos como diócesis junto a todo el país", afirmó. En sintonía con el lema del año jubilar, el arzobispo expresó: “Queremos ser servidores y misioneros de esperanza. Irradiando la alegría del Evangelio a tantos hermanos que están en la oscuridad, que están lejos o agobiados. Esta asamblea quiere ser una renovación espiritual y misionera para todos”.
Sánchez agradeció especialmente la presencia del presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza, quien presidió la misa. También estuvieron presentes el cardenal Luis Villalba, arzobispo emérito de Tucumán; monseñor Luis Collazuol, obispo emérito de Concordia; y monseñor Mario Cargnello, arzobispo de Salta, entre otros obispos y representantes del clero. "Sean todos bienvenidos a esta tierra de la independencia, esta casa que es de todos los argentinos. Que, confiados en la protección de nuestra madre, la Virgen de la Merced, vivamos intensamente esta Asamblea Federal y nos preparemos para celebrar su fiesta patronal. Alabado sea Jesucristo", concluyó.
La apertura contó además con la presencia del vicegobernador Miguel Acevedo, acompañado por su esposa; la intendenta de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla; el ministro de Salud, Luis Medina Ruiz; el ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa; e intendentes del interior provincial. A pesar del frío, la calidez espiritual de los presentes se impuso entre cantos, rezos y muestras de fe. La jornada culminó con una misa solemne que dio inicio formal a esta histórica XXXI Asamblea Federal de Acción Católica en el Jardín de la República.