
En un contexto donde la economía tucumana depende históricamente de commodities como azúcar, cítricos y tabaco, surge la necesidad imperiosa de transformar la producción primaria en cadenas de valor agregado. Este enfoque no solo potencia la rentabilidad sostenible de los recursos locales, sino que fortalece la economía provincial mediante la diversificación, la innovación tecnológica y la preservación ambiental, evitando la fuga de riqueza por exportaciones sin industrialización.
En tal sentido, la legisladora Raquel Nievas, del bloque Trabajando por Tucumán (foto inferior), presentó un proyecto de ley que crea el Programa Provincial de Desarrollo Eco-Agroindustrial de Tucumán (PRODEAT). Según la iniciativa, el programa está "destinado a promover cadenas productivas agropecuarias y agroindustriales sustentables, priorizando agregado de valor, prácticas agroecológicas, bioeconomía y generación de empleo local".
El ámbito de aplicación abarca todo el territorio provincial e incluye a "productores familiares, cooperativas, pymes agroindustriales, universidades públicas y privadas, y demás actores vinculados a la cadena de valor". Los principios rectores, detallados en el articulado, son "sostenibilidad ambiental, valor agregado territorial, equidad federal, participación público-privada, transparencia, enfoque de género y pueblos originarios".

La autoridad de aplicación será el Ministerio o Secretaría provincial de Producción, que constituirá una Unidad Técnico-Ejecutora (UTE) para la gestión operativa, conforme al artículo 4. Además, se crea el Consejo Provincial Eco-Agroindustrial (CPAE), de carácter consultivo, integrado por "representantes del Poder Ejecutivo provincial, asociaciones de productores, pymes agroindustriales, universidades y organizaciones de agricultura familiar y pueblos originarios".
Entre los objetivos principales, Nievas enumera los siguientes: "1. Transformación y agregado de valor en origen; 2. Fomento de prácticas agroecológicas y bioeconomía; 3. Formalización y adopción de tecnologías apropiadas; 4. Creación de empleo y desarrollo local mediante parques agroindustriales y plantas de agregado de valor; 5. Garantizar sustentabilidad ambiental y trazabilidad sanitaria".
Para lograrlo, la UTE implementará instrumentos como:
Líneas de financiamiento preferencial y garantías.
Incentivos fiscales provinciales (exenciones/reducciones) para proyectos sustentables.
Asistencia técnica y capacitación.
Proyectos piloto y parques agroindustriales.
Fortalecimiento de cadenas locales y comercialización.
Certificación y trazabilidad de productos.
Los proyectos se presentarán mediante convocatorias públicas con criterios de elegibilidad y evaluación técnica y ambiental.
Recursos y enfoque
El financiamiento provendrá de "presupuesto provincial, fondos nacionales, cooperación internacional, aportes privados y donaciones", y se crea el Fondo Provincial Eco-Agroindustrial (FPEA) para cofinanciar iniciativas seleccionadas. Todo proyecto deberá incorporar "medidas de gestión de residuos, eficiencia hídrica y energética, y mitigación de impactos ambientales", con informes trimestrales de transparencia.
El Anexo 1 del proyecto resume actividades elegibles, como "plantas de procesamiento de frutas y hortalizas (pulpas, mermeladas, aceites)", "producción de bioproductos: bioinsumos, bioplásticos, biocombustibles de segunda generación", "proyectos de economía circular agroindustrial (bagazo de azúcar, cítricos, residuos vegetales)" y "certificación y procesamiento de productos orgánicos". Los requisitos mínimos incluyen documentación fiscal, plan técnico-económico, evaluación ambiental y compromiso de empleo local (Anexo II). En cuanto a los denominados indicadores de impacto abarcan: número de proyectos financiados, empleo generado, incremento de valor agregado y superficie bajo prácticas agroecológicas (Anexo III).
En la exposición de motivos, Nievas enfatiza que "la Provincia de Tucumán, históricamente vinculada a la producción agropecuaria, enfrenta hoy el desafío de incrementar el valor agregado de sus productos, diversificar su matriz productiva y garantizar la sostenibilidad ambiental. Si bien nuestra economía ha estado centrada en commodities como azúcar, cítricos y tabaco, gran parte de la riqueza generada se pierde por la exportación sin industrialización local, limitando la generación de empleo y el desarrollo regional".
Objetivos
La iniciativa se alinea con "el Plan Federal Agroindustrial 2023-2033 y las políticas de bioeconomía", buscando "impulsar la transformación industrial, la innovación tecnológica y la producción agroecológica, adaptado a las capacidades locales". El PRODEAT contribuirá a "agregar valor en origen, evitando la pérdida de oportunidades económicas derivadas de la exportación de materias primas sin procesamiento. Impulsar prácticas agroecológicas y bioeconomía, fomentando la producción sustentable y la diversificación. Promover empleo y desarrollo local, especialmente en zonas rurales, mediante parques agroindustriales, plantas de agregado de valor y cadenas asociativas. Fortalecer la formalización y la competitividad, mediante asistencia técnica, capacitación y certificaciones de calidad. Garantizar la transparencia, trazabilidad y control ambiental, asegurando la sostenibilidad a largo plazo de los proyectos".
De acuerdo a lo señalado por la parlamentaria opositora en la Cámara, la creación del FPEA permitirá "cofinanciar proyectos estratégicos, articulando recursos provinciales, nacionales, multilaterales y privados". Nievas concluye que la iniciativa resulta vital para "consolidar un modelo de desarrollo agroindustrial sostenible, inclusivo y competitivo para Tucumán, en línea con los objetivos nacionales de fortalecimiento de la cadena agroindustrial y la bioeconomía".