La Fundación Mediterránea, a través del IERAL, calculó el impacto de la rebaja de retenciones sobre las cuentas de los productores agrícolas, siempre tomando en cuenta que finalmente la rebaja de 20% en el peso de dicho tributo llegue a manos de los productores.
En el supuesto de que los exportadores trasladen la medida tributaria a los chacareros, en el IERAL hicieron cuentas sobre dos campos propios ubicado en Córdoba y Santiago del Estero, y sacaron la conclusión de que “la rentabilidad neta del productor aumentaría un 12% en zona núcleo y un 20% en zona extrapampeana”.
De todos modos, según este ejercicio teórico, “la carga tributaria sigue elevada: 54,4% de la renta (ingresos menos costos) en zona núcleo y 60,6% en zona extrapampeana”, advirtió el trabajo, que afirma además que en el nuevo esquema “las provincias se beneficiarían por mayor recaudación de otros impuestos (de12 a 15%) mientras Nación absorbería la mayor pérdida”.
Características del análisis
Para el análisis se toman como referencia dos modelos agrícolas con distintos niveles de eficiencia en la producción de los granos, uno que captura las particularidades de la zona núcleo (sudeste de Córdoba) y otro que intenta representar a la gran región extrapampeana (Santiago del Estero, centro-norte del país).
En ambos casos se considera el caso de un productor propietario de la tierra, con una escala de producción de 500 hectáreas y un esquema de siembra “50 y 50” de soja y maíz. Las principales diferencias entre ambos se deben a la productividad de la tierra (rendimientos de cultivos) y las distancias a puerto (costo transporte de cargas), pero también influyen los distintos requerimientos de insumos y labores según ubicación geográfica (costos directos de producción).
“Lo que se observa es que, de mantenerse la baja de DEX durante todo el 2025 (y no hasta junio como se anunciase en un principio), la rentabilidad neta del productor (margen después de impuestos) aumentaría un 12% en zona núcleo (52 dólares por hectárea) y un 20% en zona extrapampeana (41 dólares)”, sintetizó el trabajo.
Según el documento, “estos dólares extras para el productor son a su vez los que perdería de recaudación el Estado, implicando una retracción del 8 a 10% de los ingresos totales del fisco con respecto al escenario sin reducción del impuesto”. En ese sentido, se apuntó que la recaudación tributaria total cae proporcionalmente menos que la recaudación perdida por la baja de los DEX, y que esto se debe a que aumentaría la recaudación de otros impuestos y se compensa parcialmente la pérdida.
Números sobre la palestra
“Se observa que las provincias serían las grandes ganadoras tras la reducción de los DEX: pasarían a recaudar 12-15% más, un extra de 16 dólares por hectárea en zona núcleo y de 11 dólares en zona extrapampeana. Nación, por su parte, absorbería toda la perdida recaudando 14-15% menos, con una merma de 68 dólares por hectárea en zona núcleo y de 52 en zona extrapampeana, respectivamente”.
De todos modos, “en las dos zonas de referencia lo que se lleva el estado vía impuestos continuará siendo mayor a lo que le queda en limpio al productor agropecuario luego de descontar todos los costos e impuestos”.
La Fundación calculó que de verificarse los rendimientos medios de cada región en esta campaña, en 2025 los productores pagarían unos 569 dólares por hectárea de impuestos en zona núcleo y 385 dólares en zona extrapampeana, mientras que su ganancia neta sería de 476 y 250 por hectárea, respectivamente. Esto, claro, siempre en campo propio.
“El campo se encontraba a la espera de un centro en este 2025, haciendo referencia, claro está, a que esperaba (al menos) una señal de avance del gobierno para el cumplimiento de su promesa electoral de eliminar definitivamente las retenciones. Bueno, el centro llegó antes de que se termine el primer mes del año, y si bien falta muchísimo camino por recorrer, la medida es bienvenida en el sector que más divisas netas le aporta a la economía argentina cada año”, fue la evaluación política de la Fundación cordobesa.