Este 9 de julio, el presidente Javier Milei regresará a la Casa Histórica de Tucumán para conmemorar el Día de la Independencia, un año después de la firma del Pacto de Mayo, un acuerdo que reunió a 18 gobernadores para avanzar en diez reformas estructurales. Sin embargo, la celebración de este aniversario estará marcada por un clima de tensión entre el Gobierno nacional y las provincias, con varios mandatarios dudando sobre su asistencia debido a disputas por el reparto de fondos y lo que consideran un trato despectivo desde la Casa Rosada.
El vínculo entre el Ejecutivo nacional y los gobernadores, incluso los considerados aliados, atraviesa un momento de fricción. “Nos invitaron formalmente el viernes, muchos ya teníamos armadas celebraciones en nuestras provincias. Igual hay varios que no quieren ir”, confió una fuente de una gobernación aliada, de acuerdo a lo señalado por el diario La Nación. Los mandatarios cuestionan el manejo de los tiempos por parte de Balcarce 50 y perciben un “evidente maltrato” en un contexto políticamente sensible. “Lo que quieren es que nos pintemos de violeta”, ironizó un funcionario provincial, en referencia al color asociado al oficialismo libertario.
El descontento también se centra en decisiones económicas del Gobierno, como el recorte de obra pública y las inversiones en salud y educación. El gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, expresó su frustración: “Nosotros hicimos más ajuste que la Nación”. En una crítica directa al discurso oficialista, añadió: “El Gobierno habla mucho de Cristina Kirchner, que es el pasado. Hay que hablar de futuro”. Estas declaraciones reflejan el malestar generalizado entre los mandatarios, que sienten que sus esfuerzos fiscales no son reconocidos.
Ausencias notables y confirmaciones parciales
De los 18 gobernadores que firmaron el Pacto de Mayo en 2024, solo siete han confirmado su asistencia a la ceremonia en Tucumán: Jalil (Catamarca), Gustavo Sáenz (Salta), Carlos Sadir (Jujuy), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Gustavo Valdés (Corrientes), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Rolando Figueroa (Neuquén). Las ausencias ya confirmadas incluyen a los cinco gobernadores kirchneristas que no adhirieron al pacto (Formosa, Buenos Aires, La Pampa, La Rioja y Tierra del Fuego), así como a dos gobernadores radicales: Maximiliano Pullaro (Santa Fe), por un viaje oficial a Estados Unidos, y Alfredo Cornejo (Mendoza), quien priorizará un desfile en su provincia y alegó problemas logísticos.
La presencia de Valdés también está en duda tras la ruptura de negociaciones con La Libertad Avanza para las elecciones de agosto. Desde las provincias, los mandatarios dialoguistas, como Sáenz, Jalil y Hugo Passalacqua (Misiones), coordinan posturas a través de intensas comunicaciones telefónicas, según confirmaron fuentes cercanas al gobernador Osvaldo Jaldo, encargado de la organización junto al ceremonial de Presidencia.
El acto está programado para comenzar minutos antes de la medianoche del 8 de julio, tras la llegada de Milei a Tucumán alrededor de las 22. El Presidente pronunciará un discurso en la Casa Histórica, seguido de un desfile oficial la mañana del 9 de julio, al que Milei no asistirá, pero en el que podría participar la vicepresidenta Victoria Villarruel. “Todo el gabinete ha sido invitado”, aseguraron desde la gobernación tucumana, aunque las presencias se confirmarán horas antes del evento.
En Tucumán, Jaldo, uno de los gobernadores más dialoguistas, enfrenta su propio desafío político. La posible candidatura de Lisandro Catalán, vicejefe de gabinete de Interior, en las elecciones provinciales de octubre, tensó su relación con el oficialismo nacional. Catalán cuestionó aspectos de la gestión del tranqueño, lo que añade un trasfondo político a la organización del evento.
El núcleo de la discordia entre la Casa Rosada y las provincias radica en el reparto de fondos. Los gobernadores, reunidos en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), presentaron un proyecto conjunto en el Congreso para incrementar los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y los recursos provenientes del impuesto a los combustibles. Esta iniciativa, que tomó por sorpresa al Gobierno nacional, está próxima a debatirse en el Senado, profundizando las tensiones.
Los mandatarios también critican la falta de inversión en áreas clave como el Hospital Garrahan y el sistema educativo, en un contexto donde el Gobierno prioriza el equilibrio fiscal. Esta situación llevó a los gobernadores a replantearse su relación con el Ejecutivo, incluso aquellos que mantienen un diálogo fluido con los libertarios.
A diferencia del espíritu de consenso que marcó la firma del Pacto de Mayo en 2024, la conmemoración de este año en Tucumán se perfila como un reflejo de las crecientes tensiones entre el Gobierno nacional y las provincias. Mientras Milei busca proyectar una imagen de unidad en un día simbólico, los gobernadores evalúan si su presencia en la Casa Histórica fortalecerá o debilitará su posición en un año electoral clave. Con solo siete confirmaciones hasta el momento, el evento pone en evidencia las dificultades para sostener el diálogo político en un contexto de ajustes económicos y disputas por recursos.