El Tribunal Oral Federal N°6 condenó este martes a Fernando Sabag Montiel a 14 años de prisión —tras unificar una pena previa— y a Brenda Uliarte a 8 años y dos meses, por el intento de homicidio de Cristina Kirchner, ocurrido el 1° de septiembre de 2022.
Sabag Montiel fue hallado culpable del delito de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, luego de haber intentado disparar a centímetros de la cabeza de la entonces vicepresidenta. Uliarte, su pareja en ese momento y presente en el lugar del hecho, fue condenada como partícipe necesaria del mismo delito.
El tercer acusado, Nicolás Carrizo, fue absuelto, ya que no pesaban cargos en su contra al momento del fallo.
La sentencia fue dictada por los jueces Sabrina Namer (presidenta del tribunal), Ignacio Fornari y Adrián Grünberg, y se conoció este mediodía. El veredicto descartó agravantes como alevosía y violencia de género en modalidad de violencia política, que habían sido solicitados por la fiscalía, que había pedido 15 años de prisión para Sabag Montiel y 14 para Uliarte.
En el caso de Sabag Montiel, la condena fue unificada con una sentencia anterior de cuatro años y tres meses por tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil, lo que elevó el total a 14 años. En tanto, la pena de Uliarte fue unificada con una causa previa por portación ilegal de documentos, alcanzando los 8 años y dos meses.
Durante el proceso, el tribunal rechazó el pedido de inimputabilidad de Sabag Montiel, solicitado por su abogada Fernanda López Puleio, así como la solicitud del abogado defensor de Uliarte, quien había planteado que su clienta no estaba en condiciones de enfrentar el juicio por una supuesta "incapacidad sobreviniente".
Ambos condenados escucharon la sentencia sin incidentes, bajo una custodia reforzada.
Las últimas palabras de los acusados
Antes de conocerse el fallo, Sabag Montiel hizo uso de su derecho a declarar. En un relato confuso y con teorías conspirativas, comparó su caso con el del fiscal Alberto Nisman, aseguró que el atentado fue "armado" y acusó a distintos actores del proceso judicial, incluso al presidente brasileño Lula da Silva, de intervenir en su causa. La jueza Namer lo interrumpió en varias ocasiones para que se ajustara a los hechos.
Uliarte optó por no hablar antes del veredicto.
Por su parte, Carrizo —quien estuvo detenido durante gran parte del proceso— manifestó su frustración por el tiempo que pasó preso antes de ser sobreseído:
“Siento impotencia por haber pasado estos tres años que nadie me los va a devolver”, dijo.
Los fundamentos de la sentencia serán dados a conocer el próximo 9 de diciembre. A partir de allí, se abrirá la posibilidad de presentar apelaciones ante instancias superiores.