
Era una final. El clima del partido se vivía así: enrarecido, tenso, con la sensación de que cualquier error podía ser fatal. Atlético Tucumán había cavado su propio pozo, pero aún tenía la oportunidad de salir del fondo con sus propias manos. Enfrente estaba otro equipo necesitado, Godoy Cruz, que también jugaba su destino. Desde las tribunas, las miradas se repartían entre el césped del Monumental José Fierro y el resultado en el sur de Buenos Aires, donde Aldosivi vencía agónicamente a Banfield y empujaba a los mendocinos al abismo. Así, el duelo se transformó en una auténtica final del mundo para ambos.
El recibimiento fue un espectáculo en sí mismo: luces, color, bengalas, y un rugido que estremeció a todo Tucumán. Pero dentro del campo, la historia fue otra. El nerviosismo se apoderó del juego, volviéndolo trabado y poco claro. La sorpresa estuvo en la inclusión de Renzo Tesuri, ubicado más al centro, en un esquema de Colace que se mostró cauto, lejos de aquel ímpetu ofensivo que había exhibido en Reserva. Sin embargo, con muy poco, el Decano golpeó primero: un desborde de Laméndola terminó en un centro que, tras un rebote y la ayuda del poste, se metió en el arco gracias a un infortunio defensivo del Tomba. Gol en contra, alivio y desahogo en el Jardín de la República.

Desde ese momento, Atlético se replegó con disciplina, mientras Godoy Cruz, con escasa creatividad, buscaba sin claridad el empate. El entretiempo sirvió de respiro y ajuste, pero en el complemento el guion siguió similar: el local apostando a resistir y la visita empujando sin demasiadas ideas. Fue entonces cuando el balón detenido marcó la diferencia. En un tiro de esquina, Marcelo Ortiz apareció con un cabezazo implacable para el 2-0. El estadio estalló, aunque el alivio duró poco.
Un error insólito de Mansilla, a quien se le escapó la pelota entre las piernas, permitió el descuento de Santino Andino, la figura del conjunto del “Turco” Assad. De ahí en más, Atlético defendió con uñas y dientes, mientras Colace recurría a la juventud de la Reserva para sostener el resultado. Cuando Zunino marcó el final, la fiesta fue total: el Decano selló su permanencia en Primera y ahora sueña con meterse en los playoffs cuando visite a Lanús en La Fortaleza.
#ATLÉTICO
#TUCUMÁN
#GODOY
#CRUZ
#DESCENSO
#SALVADO