Una década después, Tucumán Rugby vuelve a ser el dueño del norte

Una nueva fiesta del rugby se vivió en la provincia con la final del Regional NOA entre Tucumán Rugby y Natación y Gimnasia. Dos equipos de enorme paridad, con estilos bien definidos: los verdinegros, dueños de un juego físico y sólido en el contacto, y los Blancos, más inclinados a la velocidad y al desequilibrio de sus backs. En una cancha de Universitario colmada, donde no cabía un alfiler más y el color de las tribunas fue protagonista, la tarde tucumana recibió un duelo apasionante bajo un sol radiante.

El primer movimiento del marcador llegó gracias a Gonzalo Albornoz, que convirtió un penal ayudado por uno de los palos. Sin embargo, Máximo Ledesma respondió rápidamente por la misma vía para igualar el tanteador. El primer try del partido fue obra de los Blancos, tras una secuencia paciente de fases que culminó con César Rivadeneira apoyando sobre el sector izquierdo, para dejar el parcial 8-3. Poco después, otro penal cercano al in-goal permitió a Ledesma estirar la diferencia.

A la media hora, Tucumán Rugby reaccionó con su fórmula más efectiva: line y maul. El hooker Tobías Aguilar se zambulló en el in-goal y, con la conversión de Albornoz, el marcador quedó 11-10 a favor de Natación y Gimnasia.

En el complemento, Gonzalo Terraf, con lo último que le quedaba, apoyó un try que Ledesma convirtió para el 18-10. Pero la paridad volvió a ser protagonista. Un penal de Albornoz acercó a los de Yerba Buena, y luego una corrida infernal de Mateo Pasquini, más la conversión posterior, puso a Tucumán Rugby arriba 20-18.

En un cierre intenso, con grandes defensas de ambos lados y una amarilla por equipo, un offside permitió a Albornoz ampliar la ventaja con otro penal (23-18). Los verdinegros resistieron hasta el pitazo final y rompieron una sequía de una década sin levantar este trofeo, espantando los fantasmas del pasado y coronándose campeones del Regional NOA.