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CRISIS SOCIAL/TENSIONES EN ECUADOR

Ecuador enfrenta la cuarta semana de paro nacional indígena contra el alza del diésel

Las protestas convocadas por la Conaie cumplen 22 días con bloqueos en varias provincias y una capital militarizada. El Gobierno declaró el estado de excepción en diez regiones y denunció intentos de desestabilización, mientras los manifestantes exigen la derogación del decreto que eliminó el subsidio al diésel y reclaman mejoras en educación, salud y economía rural.

PorTendencia de noticias
14 oct, 2025 10:10 a. m. Actualizado: 14 oct, 2025 10:10 a. m. AR
Ecuador enfrenta la cuarta semana de paro nacional indígena contra el alza del diésel

Noticias Argentinas difundió que en Ecuador transitaba este martes la cuarta semana del paro nacional indefinido convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) en rechazo a la eliminación del subsidio al diésel, sin que hasta el momento se haya concretado un diálogo con el Gobierno para poner fin a las protestas, confirmaron autoridades locales.


Tras 22 días de manifestaciones, persistían los bloqueos de carreteras en las provincias de Pichincha —donde se ubica la capital, Quito— e Imbabura, epicentro del paro, donde el Gobierno reforzó la presencia militar y policial.


La capital ecuatoriana permanecía militarizada, y las fuerzas del orden mantenían cerradas las calles que rodean las sedes de la Presidencia y la Asamblea Nacional, luego de una multitudinaria manifestación realizada el domingo en apoyo al paro convocado por la Conaie.


La movilización, organizada por sectores indígenas y sociales, fue disuelta por la Policía con gases lacrimógenos para evitar una eventual toma del centro de la ciudad. La Conaie denunció que la actuación policial constituyó un acto de represión.


Las fuerzas de seguridad también cerraron carreteras estratégicas para impedir el ingreso a Quito de manifestantes provenientes de distintas localidades de la sierra, el centro y el norte del país.


La vocera del Gobierno, Carolina Jaramillo, aseguró en una conferencia de prensa que la capital “está en paz y así se va a mantener”, y defendió el accionar de las fuerzas del orden, al señalar que los manifestantes del domingo representaban “un número marginal de los ciudadanos que habitamos esta ciudad”.


Por su parte, el ministro del Interior, John Reimberg, informó a la televisión local que encabezará un nuevo convoy humanitario hacia Imbabura, la provincia más afectada por los bloqueos. Explicó que el operativo busca abrir rutas y garantizar el suministro de productos básicos, y adelantó que “se usará la fuerza pública para lograr una apertura total de las vías, porque esto se acaba ya”.


Imbabura, dedicada principalmente a la ganadería y la floricultura, enfrenta problemas de abastecimiento de alimentos, combustible y gas doméstico, además de un fuerte impacto en el turismo y la actividad comercial.


El Gobierno ecuatoriano declaró el estado de excepción en diez provincias ante la radicalización de las protestas, que hasta el momento dejaron un manifestante indígena fallecido, más de un centenar de heridos entre civiles y fuerzas de seguridad, y al menos 118 detenidos, según cifras oficiales.


Los manifestantes reclaman la derogación del decreto que eliminó el subsidio al diésel el pasado 12 de septiembre, medida que elevó su precio de 1,80 a 2,80 dólares por galón. También exigen reducir el IVA del 15 al 12%, y mejoras en educación, salud y políticas de desarrollo rural, entre otras demandas.

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