
Después de dos días de paro total del transporte urbano, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán y los empresarios de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (AETAT) firmaron un acta compromiso que puso fin al conflicto y garantizó la reanudación del servicio. La reunión se realizó en el Departamento Ejecutivo Municipal, con la participación de la intendente Rossana Chahla, sus funcionarios y el presidente del Concejo Deliberante, Fernando Juri. Por AETAT firmó el vicepresidente Jorge Berreta junto a otros representantes del sector.
El documento, al que accedió Tendencia de Noticias, establece que los empresarios levantarán las suspensiones de 154 trabajadores y abonarán los días no trabajados, permitiendo así que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) disponga el fin de la medida de fuerza.
A cambio, el municipio se comprometió a asistir económicamente al sistema de transporte urbano. Entre las medidas acordadas, se destacan:
- El pago de los Atributos Sociales SUBE hasta el cuarto día hábil del mes subsiguiente.
- La suspensión de sanciones por incumplimientos durante los días del paro.
- Una compensación retroactiva de $1.000 millones mensuales por el Boleto Educativo Municipal, mientras dure la crisis del sector.
Además, AETAT se comprometió a mantener la frecuencia y regularidad del servicio en todas las líneas urbanas y a gestionar ante el Concejo Deliberante el tratamiento de la problemática de las plataformas digitales que afectan al transporte tradicional.
El acuerdo se alcanzó luego de la mediación del Concejo Deliberante y tras la decisión del municipio de otorgar la mitad de los $2.000 millones solicitados por los empresarios. En las próximas semanas, se prevé una suba del boleto urbano de $950 probablemente a $1.250 y una mejora en el Boleto Estudiantil, actualmente cubierto en un 53% del valor real del pasaje.
Con la firma del acta, los colectivos volverán a circular desde laS cinco de la mañana, normalizando el servicio en la capital tucumana y cerrando, al menos por ahora, un conflicto que dejó en evidencia las tensiones entre la Intendencia y la cámara empresaria del transporte.