El viernes último, tras inaugurar obras en Arcadia, el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, abordó las recientes amenazas dirigidas contra él a través de redes sociales, relacionándolas directamente con los esfuerzos de su administración para desarticular redes de narcotráfico y recuperar terrenos usurpados en áreas turísticas de la provincia. En un contexto de creciente presión, Jaldo destacó la magnitud de estas acciones como un punto de inflexión en su gestión.
El mandatario expresó su sorpresa ante la gravedad de las intimidaciones, algo que, según afirmó, no tiene precedentes en la historia reciente de la provincia: “Nunca vi que amenazaron a un candidato a gobernador, ni siquiera a un comisionado comunal. Sin embargo, hoy lo hicieron conmigo”. La amenaza más reciente ocurrió el martes pasado durante un acto en Villa Quinteros (foto inferior), cuando un usuario identificado como “Chanchón” publicó en Facebook, durante una transmisión en vivo, un mensaje intimidatorio: “Se presta para boletearlo al hdp (sic) ese de Jaldo como al colombiano al senador y sacarlo patas para arriba. Amén”. La Justicia respondió rápidamente, dictando un mes de prisión preventiva al responsable.
Jaldo señaló que las amenazas no son un hecho aislado, sino parte de una serie de intimidaciones provenientes de diversos canales, incluidos mensajes de texto y desde cárceles. “Nos amenazaron con mensajes de texto que la Justicia comprobó. También lo hicieron desde las cárceles, donde estaban detenidos narcotraficantes y asesinos con varias muertes, a quienes transferimos a penales de máxima seguridad en Buenos Aires”, explicó. Según el gobernador, estas acciones son una reacción directa a las políticas de su gestión, que ha priorizado la lucha contra el crimen organizado.
Con determinación, Jaldo enfatizó que las intimidaciones están vinculadas a las medidas tomadas contra el narcotráfico y la usurpación de tierras: “Le están pasando cosas a este gobernador que no le pasaron a otro, y ¿saben por qué? Porque nosotros vamos contra los narcotraficantes, contra los que venden muerte, contra los que usurparon tierras en lugares turísticos. Estamos pisando callos muy grandes en Tucumán”. En este sentido, destacó que en menos de dos años su gobierno recuperó entre 400 y 500 hectáreas de tierras que habían sido ocupadas ilegalmente, vendidas o cedidas en gestiones previas. “Eso es patrimonio de los tucumanos y lo estamos devolviendo a la provincia”, afirmó.
Para ilustrar el impacto de estas medidas, recurrió a una expresión popular: “Como decimos en el campo, y para que doña Rosa, doña Juana, doña Pepa entiendan, estamos pisando callos a lo grande en Tucumán”. A pesar de las amenazas, el gobernador aseguró que su compromiso permanece inquebrantable: “Seguramente me van a seguir amenazando, pero no vamos a aflojar un tranco. Todos los que obren fuera de la ley saben dónde van a terminar: presos, en Benjamín Paz o en cana”.Jaldo cerró su mensaje reafirmando su postura de gobernar sin vínculos con el crimen organizado: “Tengo las manos limpias y no tengo compromisos con la delincuencia. Vamos a seguir gobernando con orden, con autoridad y con paz social”.