El próximo 26 de octubre, Tucumán sumará 44.142 adolescentes de entre 16 y 17 años que participarán por primera vez de una elección nacional. Se trata de un caudal significativo de nuevos votantes que coloca a la provincia entre los seis distritos con mayor cantidad de incorporaciones jóvenes al padrón, según datos de la Cámara Nacional Electoral (CNE).
A nivel país, son 1.139.315 los adolescentes habilitados para votar, lo que representa un 3,16% del padrón total. En el caso tucumano, ese aporte equivale al 4% de los electores nacionales, consolidando el peso de la provincia en el mapa político del norte argentino.
Aunque el voto a partir de los 16 años es optativo —según lo establecido en la Ley 26.774 sancionada en 2012—, la presencia de casi 45 mil jóvenes en Tucumán podría influir en resultados locales ajustados y marcar tendencias en la participación juvenil de los próximos años.
Los adolescentes tucumanos que se estrenan en el padrón para definir los nombres de cuatro representantes de la provincia en la Cámara de Diputados de la Nación lo harán además bajo una nueva modalidad: la Boleta Única de Papel (BUP), incorporada por la Ley N° 27.781. Así, para miles de jóvenes tucumanos, el debut será doble: ejercer su derecho al voto y adaptarse a un sistema de sufragio distinto al que conocieron las generaciones anteriores.
El peso del NOA en el voto adolescente
En términos proporcionales, provincias del norte como Misiones, Formosa, Salta y Jujuy encabezan el ranking de electores jóvenes. Tucumán, en tanto, aporta un número relevante en términos absolutos, consolidándose como un actor clave dentro del NOA.
De acuerdo con un análisis de la consultora Equifax, la región aporta el 13,3% del total de votantes adolescentes, detrás de la provincia de Buenos Aires y la región Centro, que concentran más de la mitad de los nuevos electores.
Desafíos para la nueva generación
Los nuevos votantes tucumanos, al igual que sus pares en el resto del país, crecieron en un entorno atravesado por la digitalización y las redes sociales. Allí encuentran espacios para informarse, organizarse y debatir, lo que plantea un desafío para las fuerzas políticas: adaptar sus estrategias de comunicación para captar la atención de una generación que busca respuestas en temas como educación, empleo, vivienda, igualdad de género, medioambiente y tecnología.
Aunque representan apenas el 3% del electorado nacional, la presencia de estos jóvenes en Tucumán —y particularmente su irrupción en un escenario de alta competencia— constituye una novedad con impacto potencial en los resultados.
La entrada de esta nueva generación al escenario electoral suma nuevas voces que comienzan a participar de manera activa en la vida cívica del país, además de definir autoridades.
Las consultoras Reyes Filadoro y Enter Comunicación realizaron semanas atrás un sondeo entre jóvenes de entre 18 y 35 años —grupo etario que representa aproximadamente un tercio del padrón— el cual arrojó un fuerte apoyo electoral al oficialismo actual. El 48% se pronunció a favor de La Libertad Avanza, contra un 21% de Unión por la Patria. Más atrás quedaron el Frente de Izquierda (5%), el radicalismo (2%) y el PRO (1%).
Más allá de los números, la incorporación de casi 45 mil adolescentes tucumanos al padrón refleja la apertura de una nueva etapa en la vida cívica de la provincia. Su voto, aunque no obligatorio, es una señal de renovación que empieza a hacerse sentir tanto en el cuarto oscuro como en la agenda pública.