
El Instituto Técnico Aguilares, dependiente de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), se convirtió en protagonista de la edición 2025 del "Concurso Nacional Los Materiales y la Humanidad" al quedarse con el primer puesto gracias a BA.D.I.A., un proyecto que propone una nueva generación de baldosas capaces de drenar, almacenar y liberar agua de manera autónoma.
La iniciativa fue desarrollada por los estudiantes León Socolsky, Sofía Faccioli y Eowlyn Montenegro, con la supervisión de los ingenieros Lucas Asan y Ricardo Amani, quienes además estuvieron a cargo de la exposición ante el jurado. La propuesta se destacó por su enfoque innovador, su potencial para ser aplicado en espacios públicos y el sólido trabajo técnico detrás del diseño.
El certamen reunió a diez equipos finalistas provenientes de escuelas técnicas de diferentes provincias, lo que reafirma el creciente interés de jóvenes de todo el país por la investigación y el desarrollo de soluciones tecnológicas para problemas cotidianos. La competencia es organizada por el Instituto Sabato, el Centro Atómico Constituyentes, la Universidad Nacional de San Martín y el INET, entidades de referencia en educación científica y tecnológica.
Para la UNT, el triunfo representa un nuevo motivo de celebración. Desde la institución remarcaron que este reconocimiento “llena de orgullo a la comunidad educativa” y reafirma el papel estratégico de la formación técnica en la provincia. BA.D.I.A., subrayaron, surge como un proyecto inspirador para las próximas camadas de estudiantes y como un aporte concreto al avance tecnológico del país.

El proyecto —cuyas siglas refieren a Baldosa Drenante, Inteligente y Autónoma— plantea una alternativa innovadora para enfrentar uno de los problemas habituales de las ciudades: la acumulación de agua en veredas y zonas de circulación tras lluvias intensas. La pieza está diseñada para permitir que el agua atraviese su superficie, se almacene de forma momentánea y se libere gradualmente, evitando anegamientos.
La baldosa incorpora además un mecanismo interno que regula su funcionamiento según el nivel de saturación, lo que le otorga independencia operativa y capacidad para adaptarse a distintas condiciones climáticas. Este enfoque, que combina ingeniería, ciencia de materiales y criterios de sustentabilidad, abre la puerta a mejoras significativas en la infraestructura urbana.
Con BA.D.I.A., los estudiantes del Instituto Técnico Aguilares demuestran cómo la creatividad y el conocimiento técnico pueden converger en soluciones de alto impacto para construir ciudades más eficientes, seguras y preparadas para los desafíos ambientales actuales.