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Después de nueve años de espera, la Asamblea Federal de la Acción Católica Argentina vuelve a realizarse y Tucumán es la provincia que abre sus brazos para recibirla. Desde hoy, delegaciones de todo el país comienzan a llegar a San Miguel de Tucumán, con mochilas llenas de fe, banderas, cantos y entusiasmo. Serán cuatro días de encuentro, misión y celebración, donde más de 4.000 personas —laicos de todas las edades— compartirán experiencias, renovarán compromisos y proyectarán el futuro de una de las instituciones más activas de la Iglesia argentina.
En cada colectivo que arriba al Hipódromo, en los abrazos de reencuentro, en las comunidades que preparan carteles de bienvenida, late el espíritu de una Iglesia viva. Tucumán, que ya fue sede de la Asamblea en 1973 y 1993, vuelve a convertirse en el corazón del país eclesial. Este jueves por la tarde, con la bajada de la Virgen de la Merced y una misa multitudinaria en la Plaza Independencia, comenzará formalmente el encuentro que se extenderá hasta el domingo 18 de agosto.
La Asamblea, que se celebra cada tres años, reunirá a miembros de más de 500 comunidades parroquiales. Durante el encuentro se renovarán las autoridades nacionales de la institución, se evaluarán experiencias evangelizadoras, se compartirán signos misioneros y se definirán las líneas de acción para el trienio 2025–2028.
En la conferencia de prensa realizada hace un mes en Tucumán, donde se presentó oficialmente la Asamblea, la presidenta del Consejo Nacional de la Acción Católica, Claudia Carbajal, expresó que se trata de “una fiesta del encuentro, una fiesta de fe y una fiesta de misión”. Remarcó que “somos laicos de todas las edades que damos testimonio, que somos peregrinos de la esperanza y vivimos con alegría la misión”.
Carbajal agradeció a la Acción Católica local, al Arzobispado, al Gobierno provincial, al Municipio de San Miguel de Tucumán, a instituciones y a las familias que “generosamente abren las puertas de su casa” para recibir a delegaciones de todo el país. En sus palabras, la Asamblea es una oportunidad para “vivir nuestro compromiso bautismal laical y nuestra corresponsabilidad misionera, desde nuestro carisma y en comunión con la diversidad de carismas que el Espíritu Santo suscita para el bien del Pueblo de Dios, en esta Iglesia sinodal, en salida, misericordiosa, madre de corazón abierto para todos”.
María Carolina Estrada, presidenta del Consejo Arquidiocesano de Acción Católica de Tucumán, destacó que “haber sido elegidos como sede de la Asamblea Federal es una gran alegría” y afirmó que “nos estamos preparando con la fe y la esperanza que queremos transmitir a todos”.
Hospitales, barrios y plazas: la fe sale al encuentro
Como parte del programa, los participantes realizarán actividades misioneras en seis comunidades parroquiales, incluyendo visitas a hospitales, barrios populares y centros educativos, así como celebraciones por el Día del Niño y talleres comunitarios. Hoy luego de la llegada de las delegaciones, se llevará a cabo la peregrinación y bajada de la Virgen de la Merced hacia la Plaza Independencia, donde se celebrará la misa de apertura.
A partir de las 16:30, se realizará en la Casa Histórica de la Independencia el Gesto del Bien Común, un acto institucional que busca expresar el compromiso social y pastoral de la Acción Católica. Confirmaron su presencia el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo; el vicegobernador Miguel Acevedo; la intendenta de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla; el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Marcelo Colombo; su vicepresidente segundo, monseñor Daniel Fernández; el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez; el obispo auxiliar de Tucumán, monseñor Roberto Ferrari; el arzobispo de San Juan, monseñor Jorge Lozano; y monseñor Eduardo García, obispo de San Justo. También participarán representantes del ámbito civil, como la secretaria de Culto de la provincia, Roxana Díaz; el vicepresidente de la Sociedad Rural de Tucumán, Sebastián Robles Terán; el presidente de ACDE Tucumán, Federico Lanari; legisladores provinciales, autoridades eclesiásticas y presidentes diocesanos de la Acción Católica.
En ese marco, además de renovar las autoridades del Consejo Nacional y sus comisiones, se formulará la Visión 2028, el horizonte institucional para los próximos años. Los cargos de presidente, vicepresidentes y asesores eclesiásticos serán designados por la Conferencia Episcopal Argentina, mientras que los vocales serán elegidos por los presidentes de los 51 Consejos Diocesanos, en un ejercicio de corresponsabilidad que la Acción Católica practica desde hace 94 años.
El arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, señaló que “como obispo es una alegría realmente enorme recibirlos” y aseguró que “los tucumanos tenemos los brazos abiertos a todo el país”. Agregó que “queremos aprovechar la fuerza de la Acción Católica para renovar nuestra fe y nuestra esperanza”, especialmente en el marco del Jubileo convocado por el papa Francisco. También compartió su vínculo personal con la institución, recordando su participación en la primera Asamblea Federal realizada en Tucumán en 1973, cuando tenía 10 años, y luego en la de 1993, ya como sacerdote.
Como parte de la programación cultural de la Asamblea, a las 21:30 se presentará el espectáculo “Siempre Tucumán” en el escenario montado en la intersección de las calles 24 de Septiembre y Laprida. La puesta artística, de 18 minutos de duración, está dividida en tres bloques: un homenaje al pueblo Quilmes, una evocación de los protagonistas de la independencia argentina y una representación de la actividad productiva, cultural y turística de la provincia. Participarán 28 bailarines, 8 músicos y 6 cantantes jóvenes tucumanos seleccionados por audiciones. La dirección musical está a cargo de Ariel Alberto, la dirección vocal es de Nancy Pedro y la coreografía de Omar Jiménez. Como elemento simbólico, la representación de la Pachamama estará a cargo de Sofía Catalina Colque.
La Asamblea Federal 2025 no solo marcará un nuevo capítulo en la historia de la Acción Católica, sino que también representa un gesto visible del compromiso de los laicos con la construcción de una Iglesia cercana, misionera y activa en la vida pública del país.