
A una semana de su entrada en vigencia, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán ultima la reglamentación de la Ordenanza Nº 5361, que prohíbe el uso de envases plásticos de “segundo grado” en los comercios de la ciudad. La iniciativa tiene como objetivo reducir el impacto ambiental de bolsas y envoltorios utilizados para el traslado de mercaderías desde los puntos de venta hasta los domicilios de los consumidores.
La ordenanza, sancionada por el Concejo Deliberante en julio de 2024, establece que a partir del 1º de enero de 2026 no podrán entregarse envases de segundo grado fabricados en polietileno o polipropileno en supermercados, shoppings y todo tipo de comercios dentro del ejido municipal. La prohibición no alcanza a los envases primarios, es decir, aquellos que vienen de fábrica en contacto directo con el producto.
El texto reglamentario, que aún aguarda la firma de la intendenta Rossana Chahla para su entrada en vigencia, define los materiales permitidos, los mecanismos de control y el régimen sancionatorio. El borrador final de la reglamentación, al que accedió Tendencia de Noticias, precisa que la normativa comprende bolsas, sobres, envoltorios y embalajes utilizados para trasladar las compras una vez concretada la venta, es decir, los que reemplazan a las tradicionales bolsas plásticas en las líneas de cajas. Sobre estos envases recae la prohibición cuando están fabricados total o parcialmente con plásticos de origen fósil, como el polietileno (PE) o el polipropileno (PP).

DESDE ENERO: Los supermercados y comercio no podrán entregar ni vender bolsas.-
El nuevo marco normativo habilita únicamente alternativas consideradas sustentables: envases compostables o biodegradables debidamente certificados; reutilizables de friselina u otros textiles no plásticos; envases que contengan al menos un 50 % de material reciclado posconsumo; y aquellos elaborados en papel o cartón provenientes de fuentes sostenibles. Asimismo, se prohíbe el uso de aditivos oxo-degradables, salvo que exista certificación que garantice una degradación completa sin generación de microplásticos. En todos los casos, los productos deberán cumplir normas técnicas reconocidas, como IRAM, EN 13432, ASTM o ISO 17088.
La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable será la autoridad de aplicación y tendrá a su cargo las tareas de control, fiscalización y la implementación de campañas de concientización. En ese ámbito se crea el Registro Municipal de Fabricantes, Importadores y Proveedores de Envases Sustentables, al que deberán inscribirse quienes comercialicen este tipo de productos en la ciudad. Para ello, deberán presentar fichas técnicas, certificados correspondientes y declaraciones juradas sobre la composición de los materiales y, cuando corresponda, el origen del material reciclado.
La reglamentación también establece un régimen de rotulado obligatorio. Todos los envases autorizados deberán exhibir de forma visible el tipo de material, su condición ambiental (reutilizable, reciclable o compostable), la norma técnica certificada y la identificación del fabricante o proveedor inscripto. Los controles se realizarán tanto en comercios como en empresas proveedoras para verificar el cumplimiento de estos requisitos y la correcta inscripción en el registro.
El texto prevé la posibilidad de otorgar autorizaciones excepcionales y temporarias a aquellos comercios que acrediten de manera fehaciente la imposibilidad técnica o económica de sustituir de forma inmediata los materiales prohibidos. Estas excepciones podrán incluir cronogramas de adecuación progresiva por sector, sin que ello implique una prórroga general de la prohibición. En caso de incumplimiento, se aplicará el régimen sancionatorio previsto en la ordenanza, que contempla multas, agravantes por reincidencia e incluso clausuras, según la gravedad de la infracción y el volumen de envases involucrados.
La reglamentación entrará en vigencia una vez firmada por la intendenta y publicada oficialmente, y será plenamente exigible desde la fecha establecida por la ordenanza para la prohibición efectiva de los envases plásticos de segundo grado. Desde el municipio anticiparon que, en la antesala, durante la próxima semana se iniciarán tareas de difusión y controles progresivos.

EN LA INTENDENCIA: el borrador de la reglamentación espera la firma de Chahla.-
En ese marco, la subsecretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Julieta Migliavacca, explicó a Tendencia de Noticias que uno de los objetivos centrales de la reglamentación es evitar soluciones aparentes que no resuelvan el problema de fondo. “No se trata solo de cambiar una bolsa por otra que parezca más amigable, sino de asegurarnos de que realmente no genere un impacto ambiental negativo a largo plazo”, sostuvo.
En relación con los materiales prohibidos, la funcionaria fue clara al advertir sobre los riesgos asociados a ciertos aditivos. “Hay bolsas que incorporan aditivos que facilitan su degradación, pero ese proceso genera microplásticos, que es justamente lo que queremos evitar”, señaló. Y agregó: “Está comprobado que los microplásticos ya están presentes en los pulmones, en la sangre, en los animales y en los ecosistemas. Por eso somos muy estrictos con las certificaciones”.
Migliavacca remarcó que la exigencia de normas técnicas reconocidas busca brindar previsibilidad tanto a los comercios como a los consumidores. “Las certificaciones IRAM, ISO, ASTM o las equivalentes europeas nos permiten tener un respaldo técnico claro sobre cómo se comporta un material en su ciclo de vida”, explicó. En ese sentido, indicó que “la Autoridad de Aplicación podrá evaluar otras normas, pero siempre que estén debidamente justificadas y garanticen los mismos estándares ambientales”.
Respecto del proceso de implementación, la subsecretaria señaló que el municipio priorizará una etapa inicial de información y acompañamiento. “La idea no es salir a sancionar de entrada, sino explicar, acompañar y dar tiempo a que los comercios se adapten, dentro de los plazos que fija la ordenanza”, afirmó. No obstante, aclaró que “una vez vencidos esos plazos, la normativa será plenamente exigible”.
Finalmente, Migliavacca subrayó que el éxito de la medida dependerá también del cambio de hábitos de la ciudadanía. “Esto es un camino hacia una ciudad más sustentable, pero no lo puede hacer solo el Estado”, expresó. “Los comerciantes tienen que dejar de entregar la bolsa automáticamente y los vecinos tienen que incorporar el hábito de llevar la propia”, insistió.
En esa línea, adelantó que el municipio reforzará las acciones de concientización y ofrecerá alternativas concretas. “Vamos a estar entregando bolsas reutilizables de tela y friselina a partir del primero de enero, a través de los ecocanjes, para facilitar ese cambio de conducta que buscamos promover”, concluyó.