
Con el apoyo clave de senadores que representan a gobernadores dialoguistas, el Gobierno logró aprobar con amplia mayoría en el Senado el proyecto de ley de Presupuesto 2026, en una sesión extensa y cargada de tensión política.
Tal como se venía especulando, la votación dejó como dato saliente el quiebre del peronismo y la división del voto tucumano: mientas que Beatriz Ávila (bloque Independencia) y Sandra Mendoza (Convicción Federal), alineadas con el gobernador Osvaldo Jaldo, acompañaron la iniciativa del Poder Ejecutivo, Juan Manzur votó en contra junto al resto del bloque kirchnerista.
La votación en general arrojó 46 votos a favor, 25 en contra y una abstención, correspondiente a la cordobesa Alejandra Vigo (Provincias Unidas), lo que permitió al oficialismo encarar con mayor margen el tratamiento en particular de los artículos más controvertidos del texto.
El respaldo de Ávila y Mendoza responde a la estrategia de diálogo que mantiene Jaldo con la Casa Rosada.
Al igual que la famaillense Mendoza, de pasado reciente en Unión por la Patria, también acompañaron el proyecto los senadores de Convicción Federal Guillermo Andrada (Catamarca) y Carolina Moisés (Jujuy), marcando una nueva señal de debilitamiento del liderazgo de Cristina Kirchner en la Cámara alta.

En contraposición, Manzur se mantuvo dentro de la postura del interbloque kirchnerista, que rechazó de plano la iniciativa y cuestionó tanto el contenido del Presupuesto como el trámite acelerado impuesto por el oficialismo.
En el cierre del debate, la presidenta del bloque de La Libertad Avanza, Patricia Bullrich, defendió con énfasis el proyecto al sostener que el equilibrio fiscal es “una regla de oro que no se negocia”. “Este presupuesto no promete lo que no se puede cumplir y no le miente a la gente”, afirmó, en una crítica implícita a las gestiones anteriores.
Desde sectores de la oposición dialoguista que acompañaron en general el proyecto, el respaldo fue presentado como un gesto de responsabilidad institucional, aunque con advertencias sobre el cumplimiento efectivo del Presupuesto y el impacto social del ajuste. En ese sentido se expresaron senadores vinculados a gobiernos provinciales, que reclamaron mayor federalismo y previsibilidad.
Al justificar su voto, la senadora Ávila sostuvo que la iniciativa “da previsibilidad”, permite cumplir con el mandato constitucional y evita que el país continúe “sin una hoja de ruta clara”.
Si bien admitió que “no es el ideal”, consideró que el Presupuesto 2026 “da previsibilidad y es una herramienta para salir de un círculo vicioso de improvisación, crisis y desigualdad”.

En ese marco, Ávila respaldó el equilibrio fiscal y el superávit financiero previstos en la iniciativa, aunque advirtió que “el equilibrio fiscal no puede transformarse en un dogma”. “Sin estabilidad económica no hay justicia social, pero la macroeconomía tiene que acompañar al desarrollo productivo. El superávit fiscal no es un fin en sí mismo, tiene que ser un medio para llegar al crecimiento y al desarrollo de la Argentina”, subrayó.
Por el lado del rechazo, el jefe del bloque kirchnerista, José Mayans, fue uno de los más duros. Calificó el tratamiento como “vergonzoso” y cuestionó el nivel de endeudamiento previsto, además de advertir que el texto afecta al sistema educativo y científico.
La aprobación en particular, con resultado similar
El Capítulo 2 del Presupuesto, que suscitaba grandes dudas dentro del espectro de los aliados, fue aprobado con 42 afirmativas, 28 negativos y solo dos abstenciones. El texto en particular contenía dos artículos de la discordia: el 12 y el 30.
El artículo 12 fija que las universidades nacionales tendrán recursos en el orden de 4,8 billones de pesos, pero también requisitos para que las casas de estudio puedan acceder a los recursos. El 30 dispone la derogación del punto de la ley de Educación donde se establece que deberá destinarse un 6% del PBI a ese rubro, del financiamiento de la ley de Ciencia y Técnica que establece un aumento progresivo hasta llegar al 1%del PBI en el 2032, y del 0,2% de los gastos corrientes del presupuesto educativo para los colegios técnicos.
En el caso de este capítulo, al igual que en el tratamiento en general del proyecto, las senadoras Ávila y Mendoza votaron a favor de todos los artículos, mientas que Manzur votó en contra junto al resto de la bancada kirchnerista.