
El oficialismo intentará este viernes, desde las 12, sancionar en el Senado el proyecto de Presupuesto 2026 junto con la ley de Inocencia Fiscal, en una sesión atravesada por tensiones políticas y con un punto central bajo discusión: el artículo 30, que modifica el esquema de financiamiento docente y del sistema científico.
Para el Gobierno, la aprobación del Presupuesto es prioritaria, ya que resulta clave para habilitar la toma de deuda y enviar una señal de previsibilidad a los organismos internacionales. La Libertad Avanza (LLA), espacio que preside Patricia Bullrich, cuenta con los votos necesarios para aprobar el proyecto en general, con un piso estimado superior a los 45 senadores. Sin embargo, persisten dudas sobre si logrará blindar el controvertido artículo 30.
Ese punto comenzó a recibir objeciones no solo desde la oposición, sino también desde sectores aliados. Cuatro senadores peronistas del bloque Convicción Federal que acompañarán el Presupuesto en general anticiparon que rechazarán el artículo, al igual que algunos integrantes de la Unión Cívica Radical. Entre los radicales que no acompañarían esa disposición figuran Maximiliano Abad, Flavio Fama y Daniel Kroneberger, según confirmaron fuentes parlamentarias.
La votación de ese artículo dependerá además del nivel de ausentismo, ya que varios senadores no estarían dispuestos a convalidar la eliminación de los pisos de inversión en educación y ciencia. Si el texto sufre modificaciones, el proyecto deberá volver a la Cámara de Diputados, que ya tiene previstas sesiones para el 29 y 30 de diciembre, o eventualmente para el 5 de enero.
Entre las alternativas que analiza el oficialismo aparece la votación por capítulos, modalidad utilizada en Diputados. No obstante, esa estrategia conlleva el riesgo de que se caigan artículos sensibles vinculados al financiamiento de universidades nacionales y del sistema educativo en general.
El artículo 30 propone derogar disposiciones clave: el compromiso de destinar el 6% del PBI a educación, el esquema de financiamiento progresivo de la ley de Ciencia y Técnica hasta alcanzar el 1% del PBI en 2032, y el 0,2% de los gastos corrientes del presupuesto educativo destinado a escuelas técnicas.
Más allá de ese punto, el resto del Presupuesto no enfrenta mayores resistencias. El proyecto prevé un crecimiento económico del 5% del PBI, una inflación anual del 10,1% y del 14% interanual, además de un dólar oficial estimado en 1.423 pesos para diciembre de 2026, cifras que varios analistas ya consideran optimistas.
En términos políticos, La Libertad Avanza cuenta con 21 senadores —entre propios y aliados como Luis Juez— y el respaldo de una decena de radicales, tres del PRO y legisladores de distintos espacios provinciales, entre ellos Misiones, Tucumán, Salta, Neuquén, Chubut y Provincias Unidas.
Convicción Federal suma cinco integrantes, de los cuales cuatro ya confirmaron su voto favorable en general. La excepción es el riojano Fernando Rejal, quien aún no definió su postura, condicionado por el rechazo del gobernador Ricardo Quintela al proyecto.
Este escenario anticipa uno de los primeros quiebres relevantes dentro del peronismo en el Senado, entre los gobernadores que negocian con la Casa Rosada y el sector alineado con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, representado en la Cámara alta por el bloque que conduce José Mayans.
Según fuentes parlamentarias, los senadores que votarían en general a favor del Presupuesto son Fernando Salino (San Luis), Carolina Moisés (Jujuy), Guillermo Andrada (Catamarca) y Sandra Mendoza (Tucumán), estos últimos alineados con las decisiones de sus gobernadores, Raúl Jalil y Osvaldo Jaldo.
La última incógnita pasa por el Frente Cívico de Santiago del Estero, integrado por el ex gobernador Gerardo Zamora y la senadora Elia del Carmen Moreno, cuyo voto podría resultar determinante en una sesión que promete ser ajustada y de alto voltaje político.