
Casi 8 de cada 10 pesos que prevé recaudar Rentas de la Provincia en 2026 corresponden al Impuesto sobre los Ingresos Brutos. Así lo contempla el proyecto de Presupuesto para el año que viene enviado por el Poder Ejecutivo a la Legislatura.
Según el texto que debatirán los parlamentarios en la sesión del 4 de diciembre, Ingresos Brutos se erige como el pilar indiscutible de la recaudación tributaria provincial, que alcanzaría los $1,32 billones, número que representa un incremento del 119,6% respecto a la estimación inicial de 2025. Este salto se explica por dos factores clave: la aceleración del nivel general de precios y una mejora sostenida en el cumplimiento de los contribuyentes, según la iniciativa.
Pero detrás de esta cifra monumental, hay un protagonista excluyente: el Impuesto sobre los Ingresos Brutos, que aportará $1,01 billones; es decir, más del 76% del total recaudado. Esta gravitación convierte a Ingresos Brutos en el motor principal de las finanzas provinciales, aunque también lo expone como un tributo regresivo y de alto impacto sobre la actividad económica, de acuerdo a las críticas de los especialistas y a los reclamos de la oposición.
Aunque con menor peso, otros impuestos también contribuyen al esquema fiscal:
Sellos: $180.000 millones
Salud Pública: $60.677 millones
Automotores: $43.000 millones
Inmobiliario: $13.000 millones
Otros: $15.000 millones
Estos tributos, en conjunto, representan apenas el 24% restante, lo que evidencia la concentración fiscal en torno a Ingresos Brutos. Desde hace tiempo, la centralidad de Ingresos Brutos plantea desafíos políticos para las provincias. Por un lado, garantiza liquidez inmediata para el Tesoro provincial. Por otro, limita el margen de maniobra para políticas de incentivo productivo, ya que su carga recae directamente sobre la facturación de empresas, sin discriminar tamaño ni rentabilidad. Este es uno de los reclamos más recurrentes del Gobierno nacional hacia los gobernadores.
Resignación por exenciones
Además, los gastos tributarios -es decir, lo que el Estado deja de percibir por exenciones o beneficios fiscales- ascienden a $36.918 millones, de los cuales el 89% corresponde a regímenes de promoción económica vinculados a Ingresos Brutos.
Esto revela una tensión entre la necesidad de recaudar y el objetivo de fomentar sectores estratégicos. Para 2026, este tributo representa el 88,97% del total de gastos tributarios estimados, con una renuncia fiscal proyectada de $32.846 millones, según documentos oficiales del Poder Ejecutivo.
Aunque marginales en comparación, otros impuestos también forman parte del esquema fiscal de exenciones:
Impuesto Inmobiliario: $523 millones (1,42% del gasto tributario)
Impuesto a los Automotores y Rodados: $2.154 millones (5,83%)
Impuesto para la Salud Pública: $1.395 millones (3,78%)
En conjunto, los gastos tributarios provinciales ascienden a un 2,79% de la recaudación tributaria estimada.
Detalles del Proyecto de Presupuesto
$4,98 billones.
El gasto previsto para el Presupuesto 2026 implica un incremento del 47% respecto al Presupuesto 2025.
$ 708 millones de superavit.
$157.880 millones para Seguridad.
$339.810 millones para Salud Pública.
$138.971 para Desarrollo Social.
$301.929 millones para Educación Pública.
El 7,8% se destinará a obras públicas.
El 3,68% para el Poder Legislativo.