
El Monumental José Fierro fue una caldera. Atlético Tucumán cayó ante San Lorenzo y, en medio de los insultos y el clima de tensión, Leandro “Loco” Díaz se convirtió en el epicentro de la tormenta. Primero se cruzó con los hinchas en el entretiempo, luego discutió con un plateísta al final del partido y, ya en zona mixta, disparó munición gruesa contra la dirigencia, más en específico a Ignacio Golobisky, vicepresidente del club.
“Fue un ambiente muy difícil, todo en contra. Pero la gente también la entendemos, yo más que nadie, porque soy hincha. Me quedé en este club por amor, no por dinero. Si fuera por plata, me hubiese quedado en Lanús o jugado en otro lado. Yo vine a dar la cara, pero los de arriba no la dan nunca”, lanzó el delantero, visiblemente dolido en dialogo con ESPN.
El atacante tucumano aseguró que los conflictos vienen desde hace meses y no se reducen al episodio de la no concentración del plantel previo al partido. “No es solo por eso, son muchas cosas que vienen pasando durante todo el año. A los jugadores les prometen cosas que no cumplen, a los empleados también. Es muy difícil cuando uno no ve un dirigente en el club. En ocho o diez meses los habré visto tres veces. Así no se puede”, disparó con dureza.

Díaz también apuntó directamente contra Golobisky, a quien responsabilizó por “salir a exponer a los jugadores”. “El dirigente Nacho nos salió a matar. Que cuente todo lo que pasa, la verdad, y después que hable. No es por plata, no nos hace falta plata. Pero no se puede trabajar en un ambiente así, con promesas incumplidas y sin respaldo”, sentenció.
Además, el “Loco” denunció una doble vara dirigencial y marcó diferencias entre la vida cotidiana del plantel y los viajes a Buenos Aires: “Cuando jugamos con Boca o con River, todos se pelean por ir. Todos quieren estar en el micro, todos quieren figurar. Pero cuando hay que venir al predio o al club, no aparece nadie. Es así, lamentablemente”.
Finalmente, con un tono resignado, el delantero confirmó que su ciclo en el Decano está llegando a su fin. “Sí, creo que con Godoy Cruz será mi último partido como local. Era mi sueño retirarme con esta camiseta, pero lamentablemente no va a ser. Ojalá la gente entienda que el enojo no fue con ellos. Vine siempre a dar la cara”.

El adiós de uno de los últimos ídolos recientes del club se mezcla con la crisis deportiva e institucional que sacude a Atlético Tucumán.
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