
El huracán Melissa impactó esta madrugada en el este de Cuba, específicamente en la provincia de Santiago de Cuba, con vientos sostenidos de 195 km/h, según informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH). El fenómeno, que se degradó a categoría 3 antes de llegar a la isla, mantiene su fuerza destructiva tras dejar un rastro de devastación en Jamaica, donde las autoridades declararon “zona de desastre”.
En su paso por el Caribe, Melissa provocó diez muertes: tres en Jamaica, tres en Haití, tres en Panamá y una en República Dominicana. Las intensas lluvias y ráfagas de viento causaron inundaciones, derrumbes y daños en infraestructuras, afectando también cultivos y servicios básicos. Las autoridades cubanas calificaron al huracán como “extremadamente peligroso” por el alto riesgo de deslizamientos de tierra y roturas de presas.
El Gobierno de Miguel Díaz-Canel dispuso la evacuación de 735.000 personas en seis provincias bajo alarma ciclónica, Granma, Santiago de Cuba, Guantánamo, Holguín, Las Tunas y Camagüey, además de la suspensión total del transporte público y las clases. En la región oriental, se aseguraron instalaciones críticas como centrales termoeléctricas y hospitales, ante la posibilidad de un agravamiento del temporal.
El huracán Melissa es el más fuerte en llegar a Cuba desde el paso de Irma en 2017, que dejó diez muertos y millonarias pérdidas. Su arribo se produce tras el paso de Beryl por Jamaica en 2024, marcando un nuevo capítulo de la temporada de tormentas más intensa de los últimos años en el Caribe. Según el CNH, el sistema mantendrá su potencia mientras atraviese la isla antes de continuar su desplazamiento hacia el norte del Atlántico.