Obtenido de TN
El caso salió a la luz luego de que Keiko Mori, de 75 años, se presentara voluntariamente en una comisaría junto a un familiar y confesara que guardaba el cadáver de su hija en su domicilio. Tras la denuncia, los agentes acudieron a la vivienda y encontraron un freezer con el cuerpo en su interior.
El hallazgo ocurrió en la prefectura de Ibaraki, al noreste de Tokio, y conmocionó a toda la comunidad. Según precisaron las autoridades, el cadáver estaba en avanzado estado de descomposición y permanecía vestido con una camiseta y ropa interior.
La mujer reveló que la víctima era su hija Makiko, nacida en 1975. La anciana explicó que había perdido a su marido a principios de septiembre y que desde entonces vivía sola. Los agentes constataron que el cuerpo estaba colocado boca abajo y en posición arrodillada.
Hasta el momento se desconocen las causas de la muerte. La Policía ordenó realizar una autopsia para obtener mayor información y determinar si existió algún delito adicional. En tanto, Keiko Mori quedó detenida mientras continúa la investigación de este macabro caso.