EN LA UNIDAD 51 DE MAGDALENA
Morena Rial comparte penal con una acusada por el triple crimen de Florencio Varela
Mientras espera que le otorguen la prisión domiciliaria, Morena Rial permanece en la Unidad 51 de Magdalena, donde comparte pabellón con Florencia Ibáñez, una de las acusadas por el triple crimen de Florencio Varela. La mediática atraviesa días difíciles, aunque aseguran que se encuentra contenida y bajo cuidado permanente.
La mediática Morena Rial continúa detenida en la Unidad 51 de Magdalena, luego de haber incumplido los requisitos impuestos tras su excarcelación en enero. Allí, espera la autorización de su prisión domiciliaria mientras intenta adaptarse a la rutina del penal. Según trascendió, en el mismo establecimiento también se encuentra Florencia Ibáñez, una de las mujeres involucradas en el triple crimen de Florencio Varela, en el que fueron asesinadas Lara Gutiérrez, Brenda del Castillo y Morena Verdi.
El dato fue revelado en el programa Polémica en el Bar (América), donde el periodista Diego Moranzoni mencionó la coincidencia. Sin embargo, una amiga de la influencer aclaró que Morena no teme por su seguridad, ya que se encuentra protegida y acompañada dentro de la unidad: “No está con miedo porque la cuidan mucho”, aseguró.
A pesar de su detención, Rial continúa generando ingresos a través de sus redes sociales, donde promociona casinos online, tarotistas y distintos servicios esotéricos. Sin embargo, en las últimas horas se supo que habría modificado palabras en sus publicaciones para evitar sanciones por publicitar juegos ilegales, lo que podría acarrearle consecuencias judiciales y la suspensión de su cuenta, que cuenta con más de 1.300.000 seguidores.
En medio de esta situación, trascendió que su padre, el periodista Jorge Rial, le envió una importante cantidad de mercadería y ofreció un traslado para que una amiga pueda visitarla. No obstante, Morena habría dejado en claro que no desea recibir visitas de su familia, y que solo mantiene contacto con su hijo Amadeo, quien acaba de cumplir un año y al que pudo saludar por videollamada desde el penal.
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