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EN EL MARCO DEL CONGRESO ARGENTINO DE PEDIATRA

Derriban mitos que persisten sobre la alimentación infantil

Especialistas advierten sobre errores comunes en la alimentación de los niños, como la escasa variedad y el déficit de nutrientes esenciales, incluso en chicos con peso normal. También abordaron dudas frecuentes sobre vegetarianismo, alergias, microbiota intestinal y el rol de alimentos fermentados como el yogur. La evidencia científica, aseguran, es la mejor aliada para guiar a las familias.

PorTendencia de noticias
30 sept, 2025 10:55 a. m. Actualizado: 30 sept, 2025 10:55 a. m. AR
Derriban mitos que persisten sobre la alimentación infantil

Noticias Argentinas confirmo que un grupo de especialistas participó del simposio “Mitos y verdades en la nutrición infantil: ¿cómo abordarlos en la consulta?”, donde aportaron claridad, basada en evidencia científica, sobre las preguntas más frecuentes que se hacen los padres, muchas de las cuales, solo en ocasiones, llegan a la consulta pediátrica o nutricional.


El encuentro tuvo lugar en el marco del 42° Congreso Argentino de Pediatría. Una de las consultas más comunes por parte de las familias es si están brindando a sus hijos una nutrición completa y variada. La respuesta no es simple, ya que existen múltiples desafíos: falta de tiempo para cocinar, aumento de las comidas fuera del hogar, desconocimiento sobre cómo elegir alimentos de alto valor nutricional y dificultad para sostener a largo plazo una alimentación equilibrada.


El profesor Sergio Britos, integrante de PROFENI (grupo de profesionales de la salud especializados en nutrición infantil), explicó que, en un estudio sobre calidad de dieta en niños de entre 4 y 9 años y mujeres adultas, realizado por CEPEA en Gualeguaychú, Tucumán, Rosario y CABA, se relevó la frecuencia de consumo de 69 alimentos representativos de la dieta habitual. “De allí surgen resultados ya conocidos, pero que persisten en nuestra población: escasa variedad en grupos clave como verduras, frutas y legumbres; excesivo consumo de cereales muy refinados, carnes rojas y alimentos ocasionales; y deficiencias en nutrientes esenciales como calcio y vitamina D”, señaló.


En ese sentido, alertó sobre una forma de malnutrición menos visible: niños con peso normal o incluso con sobrepeso que, sin embargo, carecen de nutrientes esenciales.

La Dra. Mabel Carosella, directora médica del Grupo Pediátrico Belgrano R, advirtió que detectar este tipo de desequilibrios nutricionales “requiere un abordaje integral que combine antropometría, análisis de laboratorio, examen físico e interrogatorio alimentario, para evaluar diversidad, frecuencia y calidad de la dieta. El primer paso es que padres, madres y cuidadores lleven a los niños a la consulta con el pediatra y/o nutricionista. Ellos podrán mirar más allá de la balanza y tomar las medidas necesarias”.


La manera en que los niños incorporan alimentos es decisiva. Compartir la mesa, establecer horarios regulares y ofrecer variedad son claves para desarrollar hábitos duraderos. El ejemplo de los adultos cumple un rol central en la aceptación de alimentos saludables y en la construcción de una relación equilibrada con la comida.


Britos insistió en que es fundamental “promover educación alimentaria de calidad, facilitar el acceso a alimentos clave como verduras, frutas y yogur, e implementar cambios progresivos en la dieta, como incorporar legumbres en reemplazo de carnes y cereales integrales en lugar de productos refinados. Estas son estrategias que deben estar presentes tanto en las políticas alimentarias como en la práctica cotidiana de los profesionales”.


Vegetarianismo y dietas restrictivas


Respecto a las dietas restrictivas en la infancia —como el vegetarianismo, la exclusión del gluten o de los lácteos—, la Lic. Sandra Blasi, jefa del Área de Alimentación del Hospital Garrahan, aclaró que “las familias que optan por una dieta vegetariana o vegana para sus hijos deben saber que es posible llevarla adelante, siempre que esté planificada y supervisada por especialistas. El gran desafío es garantizar los requerimientos nutricionales para cada etapa de la vida, prestando especial atención a los nutrientes críticos como calcio y las vitaminas B12 y D”.


En ese sentido, la alimentación vegetariana infantil debe ser personalizada e incluir una amplia variedad de alimentos de origen vegetal: legumbres, cereales y sus derivados, frutos secos, semillas, verduras y frutas. Es importante elegir grasas saludables como aceite de lino, chía, oliva o nueces. El huevo puede ser una excelente opción para quienes siguen dietas ovolactovegetarianas u ovovegetarianas.


También se deben priorizar fuentes adecuadas de calcio —ya sea a través de lácteos o de bebidas vegetales fortificadas— y alimentos ricos en hierro (soja, tofu, legumbres, frutos secos y semillas), combinados con frutas y verduras con alto contenido de vitamina C (como naranja, limón, kiwi, tomate o morrón verde) para mejorar su absorción. Además, debe garantizarse un aporte calórico diario adecuado a las necesidades de cada niño.


“La clave está en que las familias se asesoren adecuadamente y que los profesionales de la salud podamos acompañarlas brindando pautas claras para cubrir todos los requerimientos nutricionales en cada etapa”, concluyó Blasi.


¿Aumentaron las alergias alimentarias?


Otra duda frecuente entre padres es si actualmente hay más alergias alimentarias que antes. A nivel mundial, se observa un aumento real, en particular de la alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV), la más frecuente en Argentina. Este fenómeno está asociado a múltiples factores: aumento de cesáreas, uso precoz de antibióticos, alteraciones en la microbiota intestinal y predisposición genética.


En casos de diagnóstico, si no es posible sostener la lactancia materna, el profesional puede indicar fórmulas especiales (leches medicamentosas) que conservan el valor nutricional y favorecen una mejor tolerancia al alérgeno.


El Dr. Omar Tabacco, médico pediatra gastroenterólogo, jefe del Servicio de Gastroenterología del Sanatorio de Niños de Rosario y expresidente de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), destacó que “hoy sabemos cómo detectar estas alergias y tratarlas adecuadamente, evitando tanto la sobremedicación como la demora en la derivación al especialista”.


La microbiota y su impacto en la salud infantil


Actualmente se reconoce la importancia de la microbiota intestinal en múltiples sistemas del cuerpo, a través de los llamados “ejes” que conectan intestino-cerebro, intestino-músculo, intestino-hígado, intestino-hueso e incluso su relación con trastornos psiquiátricos y enfermedades neurodegenerativas.


En palabras del Dr. Tabacco, “en Pediatría, la microbiota intestinal cobra especial relevancia por su rol clave durante los primeros 1000 días de vida, etapa en la que impacta en el desarrollo inmunológico (reduciendo alergias y enfermedades infecciosas), en la programación metabólica (previniendo enfermedades crónicas como obesidad, hipertensión y dislipemias) y en el neurodesarrollo”.


Favorecer una microbiota saludable implica controles durante el embarazo, parto vaginal, lactancia materna exclusiva y, luego, una dieta rica en fibra y alimentos fermentados. Sin embargo, no todos los fermentados son iguales. Algunos, como el kéfir o la kombucha, pueden contener alcohol y no están recomendados para niños. Además, los productos caseros sin controles adecuados no garantizan beneficios y podrían representar un riesgo.


Yogur: seguro, nutritivo y recomendado


Otro tema frecuente en la consulta pediátrica es la seguridad del yogur. Gabriel Vinderola, doctor en Química e investigador principal del Instituto de Lactología Industrial (CONICET-UNL), explicó que el yogur es altamente recomendable desde edades tempranas, debido a su contenido de calcio, proteínas, vitamina D, microorganismos vivos y, en algunas presentaciones, probióticos.


“No representa riesgo de transmitir Escherichia coli, bacteria que puede causar síndrome urémico hemolítico. Esto se debe a que la leche utilizada para su elaboración atraviesa dos etapas de pasteurización a alta temperatura, eliminando cualquier riesgo microbiológico antes de la fermentación, donde solo intervienen bacterias lácticas seguras”, aseguró.


Cada lote de yogur es analizado para garantizar su seguridad, y los únicos casos reportados en el mundo se relacionan con productos elaborados a partir de leche cruda, práctica que está prohibida en Argentina. Además, Vinderola aclaró que dejar un yogur algunas horas fuera de la heladera no lo vuelve peligroso: “Llevarlo desde el supermercado a casa o ponerlo en la mochila de un chico para el recreo no representa un riesgo sanitario. En varios países incluso los envases ya indican que el producto puede permanecer entre 6 y 8 horas fuera del frío sin problemas”.

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