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POR LA REGIÓN

Zamora juega al misterio mientras evalúa un atajo para las nacionales de 2027

El gobernador santiagueño debe resolver quién será el o la candidata a sucederlo en los comicios de octubre. La estrategia de ir por todo para posicionarse fuera de los límites provinciales.

Por Tendencia de noticias

31 jul, 2025 05:45 p. m. Actualizado: 31 jul, 2025 05:45 p. m. AR
Zamora juega al misterio mientras evalúa un atajo para las nacionales de 2027

A poco más de dos semanas del vencimiento del plazo para presentar listas, en Santiago del Estero se mantiene la incógnita acerca de quién será el o la bendecida por el gobernador Gerardo Zamora para la sucesión.


El referente del Frente Cívico, uno de los pocos experimentos sobrevivientes de la transversalidad kirchnerista, está próximo a cumplir 20 años como mandamás de la provincia norteña. De manera formal cursa su cuarto mandato, sólo interrumpido por una gestión de su esposa, la senadora Claudia Ledesma Abdala. Impedido de buscar la reelección, Zamora optó por unificar los comicios provinciales junto con los nacionales. Así, el domingo 26 de octubre los santiagueños irán a las urnas con dos sistemas de votación diferentes: la Boleta Única de Papel para elegir tres diputados y tres senadores nacionales; y el voto de papel tradicional por partido político para renovar gobernador y vice, los 50 legisladores provinciales, tres intendencias pequeñas y más de un centenar de comisionados municipales.


La intención de esa movida del dirigente de origen radical es clara: aprovechar las elecciones concurrentes para traccionar votos mediante la movilización de todo el aparato oficialista provincial. Zamora administra Santiago del Estero en un puño: concentra el poder político territorial pero también institucional, al punto que las tres bancas en la Cámara Baja que se renuevan, tanto como los tres escaños en el Senado, le responden. De ahí la preocupación por contener la avanzada libertaria, que en esa provincia hizo pie de la mano de Tomás Figueroa. El ex secretario parlamentario de la Cámara de Diputados es sobrino de José “Pepe” Figueroa, uno de los históricos dirigentes del peronismo santiagueño y ex funcionario del ex presidente Carlos Menem.


A lo largo de estos años, Zamora construyó un dominio que excedió los límites provinciales y lo posicionó como uno de los caciques de esta región. Montado sobre los recursos que durante el kirchnerismo se transfirieron a Santiago del Estero, construyó una administración prolija a la que adosó obras de infraestructura inéditas para esta parte del país, como un estadio deportivo de características mundialistas y un autódromo capaz de recibir a las mejores categorías internacionales, como el Moto GP.


Desde 2021 ocupa la presidencia pro témpore del Norte Grande, un bloque que reúne a los mandatarios de 10 provincias y que busca convertirse en un espacio de resistencia frente a las zonas más ricas del país. De hecho, Zamora fue uno de los impulsores de un proyecto que en 2022 obtuvo media sanción en el Senado. En ese documento, que había sido aprobado por los mandatarios locales en 2004, se reconoce que la región Norte Grande está conformada por las provincias de Catamarca, Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, Misiones, Tucumán, Salta, La Rioja y Santiago del Estero.


La mención a los lineamientos de su gestión no es casual, sino que permite sumar elementos para entender qué puede sopesar Zamora al momento de definir quién lo sucederá en el cargo. Como es habitual en él, maneja las decisiones de manera personal y con absoluto hermetismo, al punto que en su entorno sólo hay especulaciones. La primera posta fuerte del calendario electoral, la presentación de alianzas o frentes, que vence el 7 de agosto, no arrojará sorpresas. Como en anteriores comicios, el Frente Cívico reeditará acuerdos con el Frente de Todos: irán juntos sólo en la categoría de gobernador y vice y en las demás, por separado. Así, potencian una única fórmula ejecutiva, se monopolizan votos en las categorías legislativas y locales y el oficialismo y sus aliados cuentan con más chances de quedarse con todas las bancas nacionales en disputa. Enfrente, la oposición llegará fragmentada, algo que también favorece al zamorismo: el mileísmo se presentará por un lado y el espacio Despierta Santiago, una remake de Juntos por el Cambio que reúne al PRO, al radicalismo opositor y al Movimiento Viable conducido por Héctor Chabay Ruiz, aquel intendente de La Banda condenado por abuso sexual en 2013.


Después de la inscripción de frentes llegará el sprint final para la presentación de candidaturas. Y la pregunta que todos se hacen en Santiago del Estero es si Zamora volverá a inclinarse por su esposa o elegirá a otro delfín. En esta hipótesis asoma con firmeza la figura del jefe de Gabinete provincial, Elías Suárez, un dirigente “querido” dentro del oficialismo y absolutamente leal a su jefe político. Quienes mantienen encuentros frecuentes con él citan una respuesta con las que cierra toda gestión o pedido: “ve y pregúntale a Gerardo”. Esa cualidad sería el plus que le permitiría a Zamora pensar en apostar al crecimiento de su figura nacional hacia las presidenciales de 2027. Una salvedad: con Suárez o Ledesma Abdala en la Gobernación, el acuerdo del zamorismo con el peronismo de la familia Neder se mantendría y Carlos Silva Neder completaría la fórmula. El actual vicegobernador es sobrino del senador José “Pichón” Neder, histórico aliado de Zamora que dejará su banca el 10 de diciembre y que suena como suplente en la lista de candidatos a senadores o en la grilla de diputados. Por la minoría en la Cámara Alta, el escaño a renovar es el del aliado Gerardo Antenor Montenegro, sindicalista de extracción peronista que buscaría ser reelecto en octubre.


Las conjeturas respecto del movimiento de piezas del gobernador santiagueño impactan entre sus pares de la región, teniendo en cuenta que una victoria contundente frente a La Libertad Avanza lo ubicaría naturalmente como el referente opositor a Javier Milei del interior. Por eso muchos oficialistas santiagueños dan por hecho que Zamora encabezará la lista de postulantes al Senado y que, si el plan Suárez se impone, Ledesma Abdala podría liderar la nómina para Diputados. Una apuesta riesgosa, pero que podría significar una catapulta hacia 2027. Casualmente, en un contexto en el que el rol de líder antimileísta se encuentra vacante.

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