Promesas incumplidas y sistema intacto: Fuertes críticas al oficialismo por frenar la reforma electoral

La decisión del oficialismo de no avanzar este año con el tratamiento de la reforma electoral en la Legislatura provincial generó una fuerte reacción en la oposición. Referentes de distintos espacios coincidieron en cuestionar la postergación del debate, señalar responsabilidades políticas directas y advertir que la falta de cambios profundiza el descrédito institucional y consolida un sistema que, aseguran, distorsiona la voluntad popular.

Desde el Movimiento Radical, el legislador Agustín Romano Norri sostuvo que Tucumán continúa atrapada en un esquema político “agotado” y vinculó esa situación con la pérdida de confianza en las instituciones y la ausencia de reglas claras de competencia. Recordó que el gobernador había anunciado el 1 de marzo de 2024 el impulso de una reforma, pero afirmó que ese compromiso no se tradujo en hechos. “Desde ese momento hubo un compromiso explícito, pero el problema es que los legisladores del oficialismo no se pusieron los pantalones y no quisieron que nada se modifique”, señaló.

Romano Norri aseguró que existió trabajo legislativo previo para avanzar en cambios, pero que no hubo voluntad política para concretarlos. “El vicegobernador Miguel Acevedo y muchos legisladores trabajamos en una reforma electoral acorde a las necesidades de los tucumanos, pero el oficialismo de la legislatura parece que no le quiere mejorar la vida a los votantes. Siguen aferrados al cargo y tienen miedo de perder sus privilegios manteniendo un sistema electoral arcaico”, afirmó. También sostuvo que la provincia es la única que aún carece de normas básicas de transparencia y reclamó una ley de Ficha Limpia “real” y no “el mamarracho que existe hoy”.

El legislador enumeró además una serie de reformas que consideró pendientes: la prohibición de la doble candidatura, la paridad de género, la eliminación de las candidaturas testimoniales y una modificación profunda del sistema electoral. “Después de más de diez años del Tucumanazo, seguimos con las mismas prácticas y los mismos vicios. Esto simboliza que el poder no quiere modificar un sistema que hace más de 40 años le asegura ganar elecciones”, cuestionó. En ese marco, diferenció a la dirigencia de la sociedad y advirtió sobre el clima social: “La gente está cansada, y seguramente en las próximas elecciones va a terminar con estos mecanismos que distorsionan la voluntad popular”.

Por su parte, José Macome, del espacio Compromiso con la Lealtad, también se refirió a la postergación del debate y explicó que su posición estuvo ligada al contenido del proyecto que reunía mayor respaldo. “Ante la posibilidad de tratar la reforma electoral el jueves y sabiendo que el proyecto con apoyo mayoritario era una burla para la sociedad, exigimos que se deje pendiente para el próximo año”, expresó. Según indicó, la decisión no implica abandonar la discusión, sino buscar condiciones para una transformación de fondo. “Entendemos que el año que viene podemos lograr mayor apoyo y una reforma real”, sostuvo.

Macome remarcó que, a su criterio, cualquier modificación seria del régimen electoral debe incluir la eliminación de los acoples. “De una vez por todas hay que terminar con este mecanismo que distorsiona la voluntad popular y sostiene un sistema agotado”, planteó. Además, recordó que impulsa la boleta única de papel, modalidad utilizada en las últimas elecciones legislativas nacionales.

Desde Valores para Tucumán, Silvia Elías de Pérez apuntó directamente contra el Poder Ejecutivo y descartó que la falta de debate responda a la ausencia de iniciativas o acuerdos. “La reforma electoral no se frena por falta de proyectos ni de consenso legislativo. Se frena porque Osvaldo Jaldo dio la orden”, afirmó. En ese sentido, cuestionó la credibilidad de un eventual tratamiento futuro y advirtió que, de mantenerse la decisión, “el festival de acoples seguirá siendo la foto de cada elección”.

En la misma línea, el legislador José Cano, del Radicalismo Federal, calificó la postergación como la confirmación de un engaño. Tras el anuncio del gobernador de suspender el tratamiento por “falta de consenso”, sostuvo que se trata de “la consumación de una mentira anunciada”. “Es de una hipocresía absoluta. Jaldo asumió prometiendo la reforma, pasaron dos años de mentiras a la sociedad, y ahora nos dicen que hay que esperar dos años más”, expresó. Para Cano, la dilación busca preservar el esquema electoral vigente en beneficio del oficialismo. “No es que falte consenso, lo que les sobra es miedo a perder los privilegios que les garantizan los acoples y el fraude”, afirmó.

El legislador recordó que herramientas como el voto electrónico figuran en la Constitución provincial desde 2007 y consideró que la falta de avances responde a una decisión política. “No necesitan más tiempo, necesitan dejar de tomarle el pelo a la gente. Decir que ‘no están dadas las condiciones’ es admitir que prefieren seguir votando de manera escandalosa”, señaló. También advirtió que, al congelar el debate, Tucumán volverá a votar con el mismo esquema de 2023. “El mensaje es claro: quieren mantener sus 20 acoples por lista oficial y seguir gobernando de espaldas a la transparencia”, agregó.

Desde La Libertad Avanza, el diputado nacional Gerardo Huesen cuestionó el incumplimiento de los anuncios oficiales y afirmó que la reforma prometida “terminó quedando en la nada”. “Dijeron que íbamos a tener una reforma electoral en serio para reducir los acoples, y terminó quedando en la nada”, expresó. También apuntó contra decisiones que, según planteó, responden a intereses personales. “¿Cómo puede ser que un legislador (por Sergio Mansilla) y un ministro (Darío Monteros) pretendan manejar el destino del sistema electoral para beneficio personal, perjudicando a miles de tucumanos?”, preguntó.

Huesen sostuvo que la falta de avances profundiza el malestar social y reclamó señales concretas. “La posibilidad de avanzar con una verdadera reforma electoral se desdibuja mientras se priorizan acuerdos internos y se posterga lo que la ciudadanía viene pidiendo hace años: menos acoples y más democracia real”, afirmó. Y concluyó con una advertencia directa: “El pueblo tucumano está harto de este sistema político que nos gobierna. Tucumán necesita reformas profundas, no más engaños”.

En tanto, el legislador José Seleme, del bloque "Avanza Tucumán", sostuvo que “cuando dicen que no hay consenso, en realidad lo que están diciendo es que no quieren tocar el sistema que los mantiene en el poder. Porque consenso para seguir con los acoples siempre hay”. Para el opositor, el discurso sobre la defensa de la institucionalidad es contradictorio con la realidad del sistema vigente. “Dicen que quieren cuidar la institucionalidad, pero no hay nada menos institucional que un sistema armado para engañar al votante. Si realmente quisieran transparencia, hoy Tucumán ya tendría Boleta Única Papel”, aseguró.

En ese sentido, aclaró que la discusión no pasa por una cuestión técnica o de formatos. “El problema no es si la boleta es esta o aquella. El problema es que la Boleta Única Papel elimina los acoples, y eso es lo que no están dispuestos a perder”, afirmó, y agregó: “Porque sacar los acoples, para el oficialismo, es pegarse un tiro en las patas”. Y concluyó: “Si de verdad quieren un Tucumán normal, empiecen por lo básico: elecciones simples, claras y transparentes. Todo lo demás es seguir pateando el problema para adelante”.