Goleada Xeneize y caída Millonaria: dos realidades opuestas en el torneo

Boca Juniors protagonizó una tarde soñada en la Bombonera y, con una goleada aplastante por 5-0 ante Newell’s, trepó a lo más alto de su zona. El equipo dirigido interinamente por Claudio Úbeda mostró una versión arrolladora, muy distinta a la que había dejado dudas una semana atrás. Con dominio absoluto desde el inicio, el Xeneize aprovechó cada oportunidad y no tuvo piedad de un rival que nunca encontró respuestas ante el vendaval azul y oro.

El encuentro se abrió rápido con un cabezazo de Milton Giménez, tras un centro perfecto de Juan Barinaga. Desde ese momento, Boca jugó a placer. Leandro Paredes, dueño del mediocampo, fue el eje del equipo y marcó el ritmo con su habitual calma y precisión. A su alrededor, se movieron piezas clave como Alan Velasco y el propio Barinaga, quien volvió a ser determinante al asistir en el segundo tanto. Giménez fue la gran figura de la noche, con dos goles y una actuación brillante que encendió a todo el estadio.

En el complemento, la superioridad se acentuó. Newell’s quedó desbordado y Boca aprovechó para ampliar la diferencia con anotaciones de Ayrton Costa y Lautaro Blanco, quien cerró la cuenta con un potente remate desde afuera del área. El conjunto local no solo recuperó confianza, sino también terreno en la tabla, donde ahora comparte la punta y se ilusiona con pelear hasta el final. La goleada fue un golpe de autoridad y un recordatorio de que, cuando el equipo conecta, puede ser letal.

Mientras tanto, en Rosario, River sufrió otro duro golpe al caer 2-1 ante Central en un partido caliente, con polémicas arbitrales y mucha tensión. Ángel Di María fue la gran figura: provocó la expulsión de Portillo y generó la jugada del gol decisivo de Malcorra. El Canalla, con este triunfo, alcanzó el liderazgo en la tabla anual y se ilusiona con el ingreso directo a la Libertadores, mientras que el Millonario complicó su clasificación al quedar relegado al tercer puesto, detrás de Boca.

River volvió a mostrar actitud, pero le faltó eficacia y claridad en los momentos clave. Borja abrió el marcador tras una gran asistencia de Juanfer Quintero, aunque los errores defensivos y la inferioridad numérica terminaron costándole caro al equipo de Marcelo Gallardo, que acumula tres derrotas consecutivas. En contraposición, Central celebró una victoria que vale mucho más que tres puntos: fue una verdadera final ganada en el Gigante de Arroyito, con aroma a hazaña y sabor a revancha.