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¿HOMICIDIO O ACCIDENTE?

El caso de la anciana de 104 años que murió a manos de su yerno abre un dilema judicial

La imputación es por homicidio, pero la defensa sostiene que fue un accidente. ¿Tuvo intención de matar a su suegra? Por primera vez, se conoce la versión de Hugo Zelaya, el hombre acusado de quitarle la vida a Rosa Andrada y de intentar asesinar a su esposa, Estela Medina.

Por Tendencia de noticias

03 jul, 2025 10:26 a.m. Actualizado: 03 jul, 2025 10:55 a.m. AR
 El caso de la anciana de 104 años que murió a manos de su yerno abre un dilema judicial

Por Mariana Romero.- No será una batalla fácil. La más terrible, la que derivó en la muerte de una anciana de 104 años, ya terminó. Y de la peor manera. La que comienza ahora es la legal: ¿irá Hugo Zelaya preso de por vida por matar a su suegra e intentar asesinar a su esposa? ¿O pasará el resto de sus días en su casa, rodeado de familiares?.


El viernes 27 de junio, a la medianoche, comenzó la brutal golpiza en la casa que compartían Hugo (72), su esposa Estela Medina (62) y Rosa Andrada (104), madre de Estela y suegra de Hugo. Una hora después, la anciana estaba muerta, Estela gravemente herida y él, detenido. Dos días más tarde, fue imputado por el homicidio de Rosa y por tentativa de femicidio contra Estela.


La mujer sobreviviente relató que esa noche él comenzó a golpearla salvajemente con intención de matarla. Para sobrevivir, gritó pidiendo auxilio a su madre. La anciana, debido a su edad avanzada, no pudo ayudarla. Sin embargo, Estela logró escapar y pedir ayuda a los vecinos. Cuando llegó la Policía, encontró a Rosa muerta en la vivienda. Hugo mintió diciendo que habían sido asaltados, pero fue detenido y acusado del crimen. Durante la audiencia de formulación de cargos, se negó a declarar.


Una versión sorprendente


Lo que parecía un caso esclarecido podría no tener el desenlace esperado: Hugo les compartió a sus allegados su versión de los hechos y se prepara para defenderse. Su relato es completamente distinto.


Hugo asegura que no mató a Rosa, aunque admite no recordar con claridad lo sucedido esa noche. Afirma que jamás la habría asesinado porque le tenía afecto, y que aunque su memoria le falla, no puede aceptar esa acusación.


Según le dijo a su abogada, Silvia Furque, ya estaba acostado, casi dormido, cuando —según él— su esposa comenzó a agredirlo por razones que desconoce. Asegura que se defendió como pudo, ya que su edad y un ACV sufrido el año anterior le habían quitado fuerzas. Reconoce haber golpeado a Estela, pero afirma que fue en defensa propia.


Sobre Rosa, asegura no haberla visto en el momento del hecho. No puede ubicarla en su memoria. Sin embargo, ofrece una hipótesis sobre lo ocurrido: sostiene que, quizás, la anciana intentó intervenir en la pelea y él, de forma instintiva, pudo haberla empujado o sacudido para quitársela de encima. Y que en esa maniobra, accidentalmente, Rosa habría muerto al caer.


La fuerza de los cuerpos


Aunque la Fiscalía de Homicidios aún tiene un largo camino por recorrer, las características físicas de los involucrados pueden dar indicios sobre lo ocurrido.

El DNI de Rosa indica que nació en 1929, pero ella contaba que fue registrada a los ocho años, por lo que siempre se consideró que había superado el siglo de vida. Sus familiares no dudan de que tenía 104 años. Era de estatura muy baja (menos de 1,50 m) y pesaba cerca de 50 kilos. La pregunta inevitable es: ¿una mujer centenaria, menuda y con deterioro cognitivo, pudo haberse arrojado sobre el cuerpo de Hugo, que mide más de 1,70 m?


Aunque alto, Hugo había sufrido un ACV un año antes que le redujo notablemente la movilidad. Sin embargo, su esposa y su fisioterapeuta afirman que había recuperado casi toda su capacidad física. De hecho, un video publicado en TikTok en junio lo muestra bailando con agilidad sorprendente para sus 72 años.


Aun suponiendo que Rosa se arrojó sobre Hugo, la incógnita es si pudo haber muerto por una caída accidental o si fue golpeada tras la huida de Estela. La autopsia podría aclarar ese punto crucial.


El informe forense, firmado por el médico Mauricio Fernández, indica que Rosa murió por shock hipovolémico (pérdida masiva de sangre) a causa de múltiples lesiones (politraumatismos). El examen externo reveló moretones en la frente, la nariz, el brazo derecho, el codo izquierdo, la rodilla derecha y el dorso de la mano derecha; además de excoriaciones en la misma zona.


El examen interno encontró múltiples hemorragias bajo las costillas, fracturas en ambos lados del tórax, un vaso sanguíneo roto y una hemorragia abdominal cerca del músculo ilíaco.


Una nieta de Rosa contó que, al presentarse como enfermera, la Policía le permitió ingresar a la casa. Encontró a su abuela muerta en el piso, con la cabeza debajo de una silla cuyas patas formaban una especie de jaula. Si la muerte fue accidental, ¿cómo terminó esa silla sobre su cabeza?


Dos versiones opuestas


Las únicas personas que sobrevivieron a los hechos son Estela y Hugo. Y sus versiones son opuestas.

Estela sufrió hematomas en la cabeza, rostro, torso y brazos. Tiene los ojos tan hinchados que casi no puede abrirlos. Presenta mordidas humanas en ambos antebrazos, una con pérdida de tejido, y heridas graves en manos y dedos, con uñas arrancadas.


Hugo, en cambio, presenta lesiones leves: excoriaciones pequeñas en la cara, cuello y manos, y un moretón en un brazo. La más significativa es un raspón de cinco centímetros entre la nariz y el labio. El informe forense concluye que sus heridas no pusieron en riesgo su vida ni implicaron daño permanente.


¿Quién quiso matar a quién? Según la versión de Hugo, Estela intentó asesinarlo arañándolo. Según ella, fue él quien intentó matarla a golpes y mordiscos.


El proceso judicial


La versión definitiva la dará un tribunal, tras un juicio oral y público en el que Hugo podrá defenderse.


Su abogada asegura: “Mi cliente sostiene que no intentó asesinar a su esposa, sino que se defendió de un ataque. Aunque no recuerda con claridad lo sucedido, niega haber golpeado y matado a su suegra, a quien tenía gran afecto. Si quieren imputarle el homicidio, deberán probar el dolo, es decir, la intención de matar”.


Estela afirma haber sido víctima de violencia de género durante años, aunque nunca denunció a Hugo. Explica que él la amenazó con matar a uno de sus hijos si lo dejaba o lo denunciaba. Además, revela que Hugo estuvo preso dos años por un homicidio, del cual fue luego absuelto.


Una testigo clave, cuya identidad se reserva, presenció hechos de violencia de Hugo hacia Estela y habría intervenido en al menos una ocasión para defenderla. Su declaración podría incorporarse a la causa en los próximos días.


La familia de Hugo sostiene que Estela tenía un carácter dominante y que, tras el ACV, lo aisló. Sin embargo, la tarde del hecho, Hugo había recibido la visita de su hijo y lo ayudaba a pagar un abogado en una causa por violencia de género.


Hoy, Hugo espera el juicio en casa de familiares, sin custodia policial.


Detención domiciliaria


Debido a su edad, Hugo no recibió prisión preventiva. El Código Procesal Penal de Tucumán prohíbe aplicar esa medida a mayores de 70 años. Sin embargo, si es condenado, un juez podría enviarlo a prisión común o concederle arresto domiciliario.


Por ahora, porta una tobillera electrónica. El dispositivo emite una alerta si se aleja de su domicilio, pero no cuenta con un sistema de alerta para la víctima.


Desde el momento del hecho hasta poco antes de la publicación de esta nota, Estela y su familia no contaron con custodia policial. Aunque el fiscal Carlos Sale dispuso una consigna permanente, no se cumplió. Recién tras una entrevista televisiva, la Policía comenzó a visitarla tres veces al día. Finalmente, al tomarle declaración en su casa, se asignó un oficial fijo para su protección.


¿Juicio abreviado?


Existen rumores sobre un posible juicio abreviado: un acuerdo entre la Fiscalía y la defensa en el que el imputado reconoce su responsabilidad y acepta la pena. Aunque en teoría esto no reduce la condena, en la práctica suele implicar penas menores.


¿Qué estaría dispuesto a admitir Hugo? Tal vez que la muerte de Rosa fue accidental. En ese caso, podría recibir una pena de hasta cinco años, probablemente en libertad. Otra posibilidad es que admita haber actuado en estado de emoción violenta, lo cual implicaría una condena de hasta seis años. Si acepta responsabilidad por un homicidio simple, la pena iría de 8 a 25 años.


Estela y su familia rechazan cualquier acuerdo. Consideran que se trató de un homicidio doblemente agravado por el vínculo y la vulnerabilidad de la víctima, lo que implicaría prisión perpetua.


También podría plantearse un escenario más complejo: el “femicidio vinculado”. Es decir, que Hugo mató a Rosa para causar sufrimiento a Estela. Esta figura también se castiga con prisión perpetua.


¿Puede Estela oponerse a un juicio abreviado? Puede manifestar su desacuerdo, y el juez debe escucharla. Pero no tiene poder de veto: el juez puede aprobar el acuerdo aunque la víctima se oponga.


Aun así, es prematuro anticiparse. La investigación recién comienza. La Unidad de Homicidios II, a cargo del fiscal Carlos Sale, deberá reunir más pruebas: peritajes electrónicos, testimonios clave y evaluaciones psicológicas, médicas y forenses.

La justicia aún no ha dicho su última palabra. La ciencia será determinante para esclarecer qué ocurrió la noche en que Rosa perdió la vida, y Estela, las ganas de vivir.

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