
Un inusual y tenso episodio tuvo lugar en el aeropuerto de Mendoza el pasado domingo por la noche, cuando el músico Luis Gastón Lamas, baterista invitado de la banda Don Osvaldo, realizó una "broma" de muy mal gusto. Durante el control de seguridad de un vuelo con destino a Buenos Aires, el artista manifestó a las autoridades que llevaba consigo un artefacto explosivo dentro de su valija, lo que inmediatamente activó todos los protocolos de seguridad aeroportuaria.
Ante la grave afirmación, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) desplegó un amplio operativo. De manera inmediata, se estableció un perímetro de seguridad y se evacuó la zona de inspección y registro. Se solicitó la presencia del Grupo Especial de Control de Explosivos y Armas Especiales, que procedió a revisar al músico y sus pertenencias. Según fuentes oficiales consultadas por la agencia Noticias Argentinas (NA), el control se realizó con equipos detectores de trazas y binomios cinotécnicos (perros especializados), arrojando todos los resultados negativos a la presencia de material explosivo.
Una vez desarticulada la alarma, el pasajero fue requerido para dar explicaciones, momento en el cual refirió a las autoridades que todo lo expresado había sido simplemente una broma. Pese a la aclaración, el incidente generó la intervención de la Unidad Fiscal N° 1, que dispuso labrar las actuaciones de rigor por el hecho. Aunque al músico se le permitió retirarse al no mediar impedimentos legales, las consecuencias de su irresponsable acción se hicieron sentir de inmediato.
La compañía aérea, al considerar el comportamiento del músico como "pasajero disruptivo", labró el formulario correspondiente y le prohibió abordar el vuelo WJ 3083, frustrando su viaje. El incidente sirve como un recordatorio severo de las estrictas normas de seguridad que rigen en los aeropuertos y de la nula tolerancia ante cualquier mención, incluso en tono de broma, de la existencia de material explosivo o amenazas de seguridad.