El escenario es alarmante: en el corazón del Chaco salteño, en el municipio de Coronel Juan Solá (Morillo), niños y adolescentes comienzan a consumir sustancias peligrosas desde los 10 años. Según alertó el interventor de Rivadavia Banda Norte, Marcelo Córdova, los chicos inhalan nafta dentro de envases Tetra Brik y beben alcohol etílico mezclado con gaseosas o jugos.
La situación afecta especialmente a las comunidades originarias, en un contexto donde escasean recursos, acompañamiento profesional y alternativas saludables.
“No existe un cuerpo de asistentes sociales ni terapeutas para encarar esta problemática. Por eso desde el municipio trabajamos principalmente en prevención”, explicó Córdova.
Las acciones de contención que se implementan incluyen clubes deportivos, actividades culturales en iglesias y centros comunitarios, clases de música, canto y arte. Actualmente, más de 120 chicos participan de un equipo local que compite en la Liga del Bermejo. “Ya no salen de noche y se cuidan más los fines de semana”, destacó el funcionario.
La gravedad del contexto no se agota en el consumo. Córdova también denunció situaciones de desnutrición infantil, detectadas al asumir su cargo. Para contrarrestarlas, se gestionó un colectivo escolar que permite que más de 100 chicos asistan diariamente a clases y accedan a una comida diaria.
“Estamos tratando de darles contención con lo que tenemos: profesores, clubes, espacios culturales, mejoras en infraestructura. Que tengan un lugar donde canalizar la energía y no caigan en lo que tanto daño les hace”, concluyó.
Fuente. Los Primeros, El Tribuno