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LA SEMANA POLÍTICA

Milei y el arte de convertir una elección legislativa en un dramático referéndum presidencial

La votación de hoy, que sólo persigue la finalidad de renovar parcialmente el Congreso, se transformó por vocación libertaria y de los gobernadores en la piedra basal de cualquier proyecto para 2027.

PorFernando Stanich
25 oct, 2025 06:59 p. m. Actualizado: 25 oct, 2025 06:59 p. m. AR
Milei y el arte de convertir una elección legislativa en un dramático referéndum presidencial

Los argentinos, y particularmente los tucumanos, asistirán hoy a una elección inédita. Es que jornada de este domingo se presenta trascendente por una conjunción de factores que abre interrogantes sobre el desenlace y sus consecuencias. Todos, oficialistas y opositores, gobernadores y Presidente, se encargaron de presentar esta contienda como el plebiscito que debería darse en 2027. Con el riesgo, latente, de jugar all in dos años antes de lo recomendable.


La cita en las urnas de hoy será diferente en varios aspectos. Algunos de ellos, operativos y logísticos. Por primera vez desde 2009, una votación de índole nacional no llega precedida de una Primaria Abierta, Simultánea y Obligatoria (PASO). De hecho, sólo en 2021, como consecuencia de las restricciones sanitarias contra la pandemia de COVID-19, fueron postergadas un mes: en vez de hacerse en agosto se realizaron en septiembre. Pero desde hace 15 años la elección general cuenta con el termómetro de las Primarias, que permitió recalcular direcciones o potenciar caminos.


Otra novedad que amplifica temores y desconfianza en algunos sectores en muchos otros será el debut de la Boleta Única de Papel (BUP). Se trata de un instrumento de votación que reemplaza a la tradicional boleta partidaria y que representa un cambio significativo al momento de sufragar.


Con este sistema, impulsado por el presidente Javier Milei, se busca evitar el robo u ocultamiento de boletas. Con una papeleta que engloba a todos los candidatos, se garantiza la presencia de la totalidad de la oferta electoral el día de los comicios en cada centro de votación. También es una forma de ir contra el negocio de los “sellos de goma”: aquellos partidos sin representación real que en cada elección presentan múltiples candidatos para acceder a los fondos que el Estado distribuye para imprimir las boletas.


Pero también hay cuestiones de política coyuntural que plantean una elección de dimensiones, para muchos analistas, exageradas. Principalmente, la presentación de esta convocatoria como un plebiscito de la gestión nacional o de los modelos provinciales. Sin ir más lejos, este jueves el ministro de Economía, Luis Caputo, dijo que esta votación es más importante que la de 2027. La Libertad Avanza nacionalizó una elección que era técnicamente provincial y contó en esa empresa con el empujón del presidente Donald Trump respecto del salvataje financiero a la Argentina. En suma, los dichos del jefe de Estado norteamericano terminaron por convertir la elección en una suerte de referéndum presidencial.


En efecto, para el Gobierno nacional la compulsa de hoy puede exteriorizar un blindaje a las propuestas libertarias, o desnudar una debilidad política para el segundo tramo del mandato. “Un buen resultado (electoral) sería uno que me asegurara un tercio en la Cámara", sintetizó el propio Milei. “Necesitamos la pared, mirar la configuración de potenciales aliados, que eso es un número más grande, y además queda un grupo intermedio con los cuales se puede dialogar y sacar reformas”, añadió en una entrevista la semana pasada.


Los plebiscitos provinciales

El Presidente contrastará esas expectativas con las de los gobernadores, para quienes esta elección también ha adquirido una trama de suspenso y de intriga. Todos entienden que deben salir fortalecidos de las urnas para llegar a 2027 con más margen de discusión en la estructura de poder.


El emergente de Provincias Unidas es un ejemplo. Los mandatarios no peronistas apuraron la conformación de un espacio que enfrente a LLA y que se presente como opción al fundamentalismo kirchnerista. Son seis mandatarios que gobiernan provincias claves del interior: Claudio Vidal (Santa Cruz), Ignacio Torres (Chubut), Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlols Sadir (Jujuy) y Gustavo Sáenz (Salta).


Para “los viudos de Milei”, como los sintetizó el bonaerense Áxel Kicillof, la elección supone la posibilidad de conformar un grupo de diputados y un puñado de senadores capaces de terciar en cualquier votación en el Congreso que asumirá el 10 de diciembre.


Milei también deberá lidiar con los “mano a mano” en el resto de las provincias, gobernadas por peronistas más o menos kirchneristas. De hecho, esa fue parte de la última discusión de campaña. Es que si bien el oficialismo va con el mismo sello de la Libertad Avanza en los 24 distritos del país, su principal contendiente, el peronismo nucleado en Fuerza Patria, solo comparte sello en 14 distritos. Tucumán, por ejemplo, es uno de los casos en los que no se presenta Fuerza Patria. Todas las vertientes del justicialismo local confluyeron bajo la conducción del gobernador Osvaldo Jaldo. La unidad sirvió a todas partes: al kirchnerismo local no le hubiese alcanzado presentarse por separado y el mandatario, sin ese apoyo, hubiese llegado a este domingo con mayores preocupaciones.


Para el gobernador también esta elección asoma como un plebiscito a su gestión: él optó por ponerse en ese lugar al decidir encabezar, como candidato testimonial, la lista de diputados del frente Tucumán Primero. El peronismo y los tucumanos, hoy, le enviarán un mensaje respecto de la valoración que tienen de su postura pragmática de dialoguismo con la Nación.


En suma, esta vorágine institucional y política que es la Argentina tendrá hoy un episodio central. El gobierno libertario pondrá en juego su máquina de vetar leyes: el tercio de las bancas a las que aspira Milei le permitiría garantizar ese bloqueo a los embates opositores y aspirar a reencauzar la senda del consenso con la mayoría de los gobernadores. Esa fue la llave que encontró para abrir el primer año de gestión y puede resultar vital para resolver el cerrojo en el que se encuentra el proceso de La Libertad Avanza.   

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