
El boca de urna es un relevamiento que se lleva a cabo durante la jornada electoral, cuando los votantes abandonan el cuarto oscuro. A diferencia de las encuestas previas que miden intención de voto, esta técnica refleja lo que las personas efectivamente votaron, ofreciendo un anticipo de las tendencias antes de los resultados oficiales.
Estas encuestas son elaboradas por consultoras, medios de comunicación o equipos de campaña de los partidos políticos, y su objetivo es brindar estimaciones preliminares. Sin embargo, su precisión no siempre es confiable y su difusión antes de tiempo puede generar desinformación o influir en el electorado.
El Código Electoral Nacional prohíbe expresamente la publicación de datos de boca de urna durante toda la jornada y hasta tres horas después del cierre de las mesas. En estas elecciones, eso implica que los primeros resultados solo pueden conocerse a partir de las 21:00 horas del domingo, con el fin de garantizar la neutralidad y evitar que los sondeos condicionen a quienes aún no votaron.
Aquellos medios, consultoras o particulares que difundan estos datos antes del horario establecido pueden enfrentar sanciones legales. Además, la Cámara Nacional Electoral recuerda que los boca de urna no tienen validez oficial y deben interpretarse con cautela, ya que su fiabilidad depende del tamaño y la representatividad de la muestra.