El ministro de Economía y Producción de Tucumán, Daniel Abad, salió al cruce de las críticas opositoras que califican de “testimonial” la candidatura del gobernador Osvaldo Jaldo como cabeza de lista de “Tucumán Primero” para las elecciones legislativas del 26 de octubre. El titular de la cartera de hacienda defendió con firmeza la decisión del tranqueño, argumentando que su postulación no es un mero acto electoral, sino la defensa de un modelo de gestión provincial que contrasta con las políticas de ajuste impulsadas por el presidente Javier Milei a nivel nacional.
“Acá lo que hay que tener claro es que en Tucumán yo he escuchado que la candidatura de Jaldo, por ejemplo, es una candidatura testimonial y ese tipo de cosas. A mí me parece que hay dos cuestiones: no hay mejor testimonio o testimonial de aquellos representantes en el Congreso que, cuando a los tucumanos les quitaron el incentivo docente o les quitaban la conectividad o les quitaban el subsidio al transporte, no al gobierno de Tucumán, sino a los docentes o a la gente de a pie que toma los colectivos, de repente le sacaron el subsidio y, si no hubiéramos intervenido nosotros, hubiera subido el boleto, haciéndolo prácticamente impagable para la gente”, afirmó Abad en declaraciones el programa Los Primeros, cuestionando la inacción de algunos legisladores nacionales, representantes de la provincia, frente a medidas que afectaron a los tucumanos.
El ministro señaló que, mientras algunos legisladores “no alzaron la voz” en defensa de los intereses provinciales, el gobierno de Jaldo asumió la responsabilidad de proteger a los sectores más vulnerables. “Fíjese la paradoja, tampoco escuchamos que se levantara la voz cuando los legisladores nuestros en el Congreso estaban levantando la mano para aprobar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional de USD 20.000 millones a Argentina”, añadió, criticando la postura de ciertos representantes que, según él, acompañaron políticas nacionales perjudiciales sin cuestionarlas.
Modelos en pugna
Abad centró su defensa en la comparación entre el modelo de gestión implementado por Jaldo en Tucumán y el enfoque de “motosierra” del gobierno de Milei. “Nosotros fuimos los primeros que tomamos medidas y decisiones que tenían que ver con la reorganización del Estado, con achicarlo. Hemos eliminado ministerios, secretarías, direcciones y todos los gastos que conlleva ese tipo de decisiones, y hemos creado un fondo anticíclico que hoy nos permite sobrevivir en esta economía que, como profesional, digo, estamos en un estancamiento, una estanflación, con inflación baja para nuestros parámetros, pero alta a nivel mundial”, explicó el ministro.
Este fondo anticíclico, según Abad, fue clave para sostener el funcionamiento provincial en un contexto económico adverso, garantizando la paz social y el desarrollo de actividades esenciales. “Hoy lo que se juega es un modelo donde nosotros entendemos que la gente está adentro y un modelo donde hoy la paz social en la provincia está garantizada, donde se desarrollan las actividades, donde la cuestión social no es menor frente a una decisión de la nación de motosierra. Imagínese si nosotros aplicáramos la motosierra en el Hospital de Niños como la nación lo hace con el hospital Garrahan; de ninguna manera haríamos eso”, enfatizó, marcando una clara diferencia con las políticas de ajuste nacionales.
En contraste, Abad criticó el modelo libertario por su impacto en sectores sensibles, como la salud pública, y por permitir una “competencia absolutamente desleal” en industrias clave como la textil, que afecta a los trabajadores tucumanos. “Mientras en Nación aplican la motosierra incluso en sectores sensibles como el Hospital Garrahan, en Tucumán priorizamos la salud pública, la paz social y el trabajo”, afirmó, destacando que Jaldo “se ha puesto a la cabeza para defender su modelo, el modelo que llevamos adelante un año y nueve meses para poder sacar y seguir sacando Tucumán adelante”.
Rechazo
La decisión de Jaldo de encabezar la lista de “Tucumán Primero” generó un fuerte rechazo de sectores opositores, que consideran su candidatura testimonial como un “engaño al electorado”. Según una encuesta de la consultora Isasi/Burdman, realizada entre el 5 y el 11 de agosto, el 62,7% de los tucumanos desaprueba esta modalidad, frente a un 27,4% que la apoya.
Pese a las críticas, Abad insistió en que la candidatura de Jaldo responde a la necesidad de defender un proyecto político. “En tiempos electorales se dicen muchas cosas, pero no hay mejor verdad que la realidad”, concluyó, reafirmando el compromiso del gobierno provincial con un modelo que, según él, prioriza a los tucumanos frente a las políticas de ajuste nacionales.
La postulación de Jaldo, que incluye a figuras como Gladys Medina, Javier Noguera, Elia Fernández, el exgobernador Juan Manzur e incluso el vicegobernador Miguel Acevedo como suplentes en la nómina, busca consolidar la unidad del peronismo tucumano en un contexto de polarización política con La Libertad Avanza. Sin embargo, la controversia por su carácter testimonial –la quinta en la carrera de Jaldo, tras las elecciones de 2009, 2011, 2013 y 2017– promete seguir alimentando el debate de cara a los comicios de octubre.