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LA SEMANA POLÍTICA

La reforma electoral en Tucumán se diluye al compás de la interna peronista

La Legislatura sesionará el jueves, pero cada vez son menos las chances de que se debatan cambios en el sistema de votación. Los motivos y el trasfondo de la puja de poder en el peronismo.

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Fernando StanichTendencia de noticias
13 dic, 2025 11:03 p. m. Actualizado: 14 dic, 2025 08:21 a. m. AR
La reforma electoral en Tucumán se diluye al compás de la interna peronista

Tucumán está a un paso de cerrar un nuevo año sin avances en materia electoral. A menos que las conversaciones de principios de semana permitan destrabar la discusión, la Legislatura sesionará el jueves por última vez en 2025 pero no incluiría cambios en el régimen político. La orden de la Casa de Gobierno es clara: no se toca nada.


Lo curioso es que el debate sobre las modificaciones al sistema de votación, desde que comenzó esta gestión, no fue instalado por la oposición. Fue el propio oficialismo el que monopolizó el tema. Incluso, fue el mismísimo gobernador, Osvaldo Jaldo, quien levantó la bandera en contra del acople. Y no lo dijo una vez, sino que lo repitió en muchas ocasiones. Lo hizo en sus discursos anuales ante los legisladores y ante periodistas. Más de una vez apuntó contra el exceso de colectoras y el trastorno que esto ocasionaba a los votantes cada cuatro años.


El freno de mano


Sin embargo, en el medio algo cambió. La presión de dirigentes territoriales del interior y el resultado electoral del 26 de octubre llevaron al oficialismo a recalcular. En estas últimas semanas, el gobernador Jaldo mantuvo sugerentes reuniones con legisladores oficialistas.


La mención a estos encuentros no es casual, sino que se circunscribe a la secuencia sucedida luego de los comicios de diputados nacionales. Tras esa votación, en la que se sufragó con Boleta Única de Papel (BUP), la ola reformista volvió a copar la agenda pública, aunque ya desde antes el vicegobernador, Miguel Acevedo, había advertido que pasado el 26 de octubre se retomaría el análisis de los cambios electorales.


Comenzado noviembre, Jaldo y Acevedo mantuvieron un par de encuentros. El mandatario le sugirió al presidente de la Legislatura mayor prudencia, y Acevedo le dijo que le llevaría un borrador con las modificaciones potables. En ese esquema ya estaban descartadas la Boleta Única de Papel y la Boleta Única Electrónica, como aspiraba Acevedo. Sólo se pretendía avanzar con límites a la cantidad de listas colectoras (según la cantidad de bancas a renovar por ciudad) y paridad de género, como grandes títulos. De manera paralela, se hablaba de Ficha Limpia, para excluir de las postulaciones y de la función pública a personas condenadas en segunda instancia.


Tras esa primera reunión, bastante tensa, hubo otra que tuvo lugar hasta ya más de una semana. De ese mitin no trascendieron fotos, lo que da cuenta de la importancia que tuvo. Acevedo llegó a la Casa de Gobierno y, tras dialogar con Jaldo, bajó a Fiscalía de Estado para entregarle a la titular de esa cartera, Gilda Pedicone, un primer bosquejo de las leyes a modificar. La funcionaria lo devolvió con correcciones de forma y de técnica legislativa. No obstante, algo ya se había roto dentro del oficialismo porque el vicegobernador salió del Palacio Gubernamental contrariado.  


La tensión pareció enfriarse porque todos se abocaron a la sanción del Presupuesto 2026. Tras esa sesión, el jueves 4 de diciembre, el vicegobernador partió rumbo a Chile junto a académicos y a un puñado de legisladores oficialistas y opositores. Estuvo en el norte de ese país casi toda la semana. Pero hasta allí le llegaban las novedades acerca del desfile de parlamentarios por el primer piso de la Casa de Gobierno. Para cuando regresó, la decisión ya estaba prácticamente consumada.


En su ausencia, en los pasillos del edificio de Muñecas y avenida Sarmiento pusieron un freno a las reuniones de comisiones, pese a que el calendario tiene establecido para este jueves una sesión. Ese debate, tal cual había afirmado Acevedo a fines del mes pasado, se fue convocado para que se votara en el recinto una reforma “low cost”. Ahora no se habla ni siquiera de una reformita.


Lo que puede pasar


Para este lunes está citado un plenario de comisiones vinculadas a la temática, con la premisa aunque sea de consensuar un proyecto de Ficha Limpia. Sobre este tema hay dos alternativas. El texto enviado por Jaldo, similar al de la radical Silvia Elías de Pérez, fija que no podrán ser candidatos aquellas personas con fallos condenatorios en segunda instancia. En el caso de que sean funcionarios, automáticamente quedarían afuera del cargo. La otra iniciativa, del peronista Gerónimo Vargas Aignasse, sigue la misma línea pero además establece un artículo preventivo: quien tuviera una condena en primera instancia por los delitos establecidos en la ley, tampoco podría ser candidato.


Tras esas reuniones habrá Labor Parlamentaria entre los presidentes de bloque. En la Cámara apuestan al menos a lograr que en el recinto se incluya Ficha Limpia. Básicamente, por dos cuestiones. Primero, porque es una clara demanda social. En octubre lo padeció el libertario José Luis Espert, quien sin condena tuvo que dar un paso al costado. Y hace un par de semanas la neuquina Lorena Villaverde no pudo asumir en el Senado por una condena que recibió en Estados Unidos.


El otro argumento de un importante grupo de legisladores es político: proteger al vicegobernador. Acevedo se comprometió a concretar los cambios, pero está perdiendo en el lobby con los caciques peronistas del interior, a quienes escucha Jaldo. En consecuencia, una posibilidad sería avanzar con algún proyecto que le permita al presidente de la Cámara no salir tan desairado de esta encerrona. En ese sentido cuenta con apoyo de referentes oficialistas pero también de legisladores opositores, visiblemente conformes con el trato que han recibido estos dos años de convivencia en el Poder Legislativo. De hecho, esta es una de las quejas que parlamentarios peronistas trasladan a la 25 de Mayo y San Martín: dicen que hay opositores más mimados que los propios oficialistas.


Es probable que Jaldo y Acevedo vuelvan a mantener un encuentro al comenzar la semana. En rigor, esa charla es necesaria y será determinante para resolver qué asuntos debatirá la Legislatura este jueves. Los intendentes justicialistas y los parlamentarios con trabajo en el interior no están dispuestos a ceder a la presión reformista. Es la resistencia que encabezan dos hombres fuertes del PJ: el ministro Darío Monteros y el presidente subrogante de la Cámara, Sergio Mansilla. A su favor cuentan con el resultado obtenido el 26 de octubre en los pueblos y en las ciudades más chicas de Tucumán, en donde el oficialismo apabulló a La Libertad Avanza. Jaldo los ha escuchado mucho en las últimas semanas.   


En este entrevero, la anunciada reforma electoral en Tucumán pende de un hilo. Y, salvo que haya algún cambio de timón brusco, el peronismo priorizará su tranquilidad en los comicios de 2027 por sobre los reclamos de un sector de la sociedad. Al menos, por ahora. La consigna es no tomar decisiones apresuradas, teniendo en cuenta que hace 40 días el mileísmo obtuvo 35% de los votos en la provincia sin mayores aliados ni trabajo territorial.

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