Ilia Topuria dio un golpe de autoridad en la historia de las artes marciales mixtas tras derrotar por nocaut al ex campeón en la categoria, Charles Oliveira en apenas dos minutos y medio del primer asalto. Fue en el UFC 317, celebrado en el T-Mobile Arena de Las Vegas, donde “El Matador” se llevó el título de peso ligero y se sumó al selecto grupo de peleadores con dos cinturones de UFC a la vez. Pero con un detalle inédito: mantiene su invicto.
El combate fue breve, pero intenso. Oliveira apostó por llevar el duelo al terreno del jiu-jitsu, pero Topuria neutralizó cada intento y desplegó una ráfaga letal de golpes que culminó con un derechazo certero. El árbitro intervino rápidamente ante la contundencia del castigo.
“Soy el representante de la nueva generación, dije que lo iba a noquear en el primer asalto y lo cumplí”, expresó el español tras la pelea, mientras levantaba con orgullo las dos correas de campeón.
Con esta victoria, el hispano-georgiano estira su récord perfecto a 17 victorias, siete por nocaut y dos por sumisión. Oliveira, leyenda brasileña con 36 triunfos profesionales, cayó ante una versión imparable de Topuria, que ahora sueña con defender el título en el estadio Santiago Bernabéu. Pero también dejó un claro mensaje: quiere a Paddy Pimblett como próximo rival, con quien ya hubo un tenso cruce dentro del octágono.
Topuria nació en Alemania, se crió en Georgia y se formó como luchador en España. Con solo 28 años, ya es una estrella en ascenso de la UFC y un fenómeno imparable. Debutó profesionalmente en la MMA a los 18 años y no paró de acumular victorias. Su estilo agresivo y preciso lo convirtió en un rival temido: la mayoría de sus peleas no superan el primer round. Con 17 combates ganados, incluyendo a figuras como Volkanovski, Josh Emmett y Bryce Mitchell, Topuria no solo es campeón pluma y ligero, sino también el primer invicto con títulos en dos categorías.
“El Matador” debe su apodo a la rapidez con la que “anestesia” a sus oponentes. En entrevistas ha reconocido que no le agradaba el apodo por su connotación taurina, pero que terminó adoptándolo como parte de su identidad. Entrena desde los 7 años, es cinturón negro de jiu-jitsu y ha hecho de su disciplina una marca registrada. Ahora, tras su histórica noche en Las Vegas, apunta a consolidarse como el rostro de una nueva era en las artes marciales mixtas.