En una noche para el olvido, Inter Miami cayó 5-3 ante Chicago Fire en el Chase Stadium, por un duelo pendiente de la MLS. El equipo de Javier Mascherano mostró una versión muy por debajo de lo esperado y terminó pagando caro los errores defensivos. La preocupación pasó por el rendimiento de Lionel Messi, que lució apagado y sin la chispa habitual, en un conjunto que nunca logró solidez.
El primer tiempo fue un golpe duro para las Garzas: los visitantes se pusieron rápidamente en ventaja con tantos de Djé D’Avila, Jonathan Dean y Rominigue Kouamé. El descuento de Tomás Avilés, tras un córner, apenas sirvió para ilusionar al público antes del descanso. En la segunda parte, Luis Suárez volvió a demostrar su vigencia con un doblete que equilibró el marcador y abrió la puerta a la remontada, pero la ilusión duró poco.
Cuando parecía que Inter Miami podía dar vuelta la historia, Chicago volvió a golpear con Justin Reynolds y Brian Gutiérrez, que sellaron el 5-3 definitivo. El equipo local pagó con creces sus falencias en defensa y la falta de precisión en los metros finales, en un partido lleno de goles, idas y vueltas, donde la visita fue más efectiva.
El conjunto de Florida ya tiene asegurado su lugar en los playoffs, pero la derrota lo aleja de la lucha por el Supporters’ Shield, el premio al mejor equipo de la temporada regular. Messi, con 24 tantos en 25 partidos, sigue siendo la gran figura del torneo, aunque esta vez estuvo lejos de su nivel. Ahora, Mascherano y sus dirigidos deberán dar vuelta la página rápidamente y buscar revancha el próximo fin de semana frente a New England.
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