Con diez jugadores y entre polémicas, Argentina debutó con triunfo en Chile

Lejos de ser un estreno tranquilo, el debut de la Selección Argentina Sub-20 en el Mundial de Chile estuvo cargado de tensión y polémicas. En Valparaíso, el equipo de Diego Placente superó 3-1 a Cuba en un duelo que se abrió rápido con el tanto de Alejo Sarco, pero que se complicó con la temprana expulsión de Santiago Fernández y varias decisiones cuestionadas del árbitro malayo Nazmi Nasaruddin. Con diez jugadores durante más de ochenta minutos, la Albiceleste debió sacar a relucir carácter y temple para quedarse con una victoria que vale más que tres puntos.

A pesar de la inferioridad numérica, Argentina mostró tramos de buen fútbol, con el tucumano Álvaro Montoro como conductor y la contundencia de Sarco como carta principal. El delantero del Bayer Leverkusen selló un doblete: primero definió tras una gran jugada colectiva iniciada por Maher Carrizo y Santino Andino, y más tarde conectó de cabeza un centro preciso de Dylan Gorosito. La presencia de Montoro en el once inicial le dio al equipo pausa, distribución y claridad en los momentos más calientes del partido.

Cuba encontró un respiro en el cierre de la primera mitad con el descuento de Karel Pérez, pero ni siquiera ese golpe cambió la postura argentina. Con orden en el medio, la solidez de Valentino Acuña y Milton Delgado y la frescura que aportaron Tomás Pérez e Ian Subiabre, el equipo juvenil supo resistir sin desesperarse ante un rival que intentó aprovechar la ventaja numérica, aunque sin éxito.

El golpe definitivo llegó sobre el final: Tomás Pérez desbordó por izquierda, Mateo Silvetti asistió y Subiabre, casi sin ángulo, definió cruzado para sentenciar el 3-1. Argentina arrancó el Mundial con un triunfo sufrido pero convincente, demostrando que, aun en medio de fallos arbitrales discutidos, la rebeldía y el talento juvenil pueden más. Con Montoro como estandarte tucumano en el mediocampo, la ilusión celeste y blanca ya se puso en marcha.