
Noticias Argentinas difundió que hubo momentos de tensión en el Establecimiento de Ejecución Penal II de General Roca, en la provincia de Río Negro, tras denuncias de presuntas requisas “humillantes” a presos y familiares. La situación derivó en agresiones, lanzamiento de piedras y quema de colchones en protesta por el accionar del personal penitenciario.
El conflicto estalló este lunes cuando familiares de los internos se manifestaron frente al Penal II en repudio al accionar del Servicio Penitenciario, generando malestar tanto dentro como fuera del establecimiento.
Según el parte difundido por el Ministerio de Seguridad provincial, en los últimos procedimientos se secuestraron estupefacientes y otros elementos que se intentaban ingresar a la cárcel, motivo por el cual se reforzaron los controles.
“Ese avance en los controles molestó a algunos sectores del penal y, este lunes, poco después del mediodía, ese malestar empeoró cuando un grupo de internos inició insultos, agresiones y se negó a regresar a sus sectores”, detalla el comunicado.
Mientras tanto, fuera del edificio, “empezó a reunirse un grupo de personas que también se mostró hostil, lanzando piedras hacia el interior y prendiendo fuego cubiertas”.
Familiares de los detenidos aseguraron que en el último tiempo las requisas resultan ser “humillantes” y que no recibieron respuesta a sus reclamos.
Ante la escalada del conflicto, se convocó al personal de turno, se reforzó el perímetro y se cerró el ingreso de visitas como medida preventiva. “Se despejaron sectores, se trasladó a un grupo de internos a enfermería para mantenerlos a resguardo y se avanzó en un operativo pabellón por pabellón”, detallaron las autoridades.
Durante el operativo, algunos sectores colaboraron mientras que otros ofrecieron resistencia mediante el uso de piedras, agua, lavandina e incluso armas caseras preparadas para dificultar el ingreso del personal. En uno de los módulos se detectaron mantas y colchones encendidos, lo que obligó a intervenir rápidamente para evitar un incendio de mayor magnitud.
Tras varias horas de trabajo, se completó el recuento de internos, la verificación corporal de toda la población detenida y se confirmó que no hubo lesionados.
También se aseguraron todas las celdas y se secuestraron los elementos contundentes utilizados durante los incidentes.