La familia de Damián Ibañez (foto inferior), un joven de 18 años oriundo de la ciudad de Alderetes, pide justicia tras su fallecimiento a causa de un accidente automovilístico en el que estuvo involucrado un taxista, Héctor Reynoso (43), quien, en un primer momento, se dio a la fuga, pero luego, enterado del deceso de la víctima decidió presentarse ante las autoridades para brindar su declaración de los hechos.
El trágico acontecimiento sucedió el pasado 23 de octubre entre las 20.30 y 21.00 horas, cuando Ibáñez conducía su moto Honda CG 150 por la Avenida Rivadavia, ubicada en la ciudad del sur provincial, en esos momentos se produjo el impacto contra el Fiat Palio conducido por Reynoso y, como consecuencia de la brusca colisión, el joven junto a su moto salieron despedidos antes de impactar contra otro vehículo que se encontraba estacionado en el lugar.
De acuerdo a la versión suministrada por vecinos de la zona que presenciaron el momento del accidente, Reynoso solamente atinó a escapar sin intentar socorrer a Ibáñez que se encontraba en el pavimento totalmente desangrado debido a las graves lesiones que sufrió en diversas zonas de su cuerpo.
Familiares del joven elevaron su consternación y protesta ante lo sucedido, no solamente por el hecho en sí, repudiando la actitud de Reynoso al haber escapado del lugar, sino también manifestando serios cuestionamientos en lo que se relaciona al accionar del equipo médico de emergencia que concurrió al lugar, con varios minutos de demora, según lo afirmado por los propios vecinos y allegados al joven.
En tal sentido, advirtieron que la ambulancia del servicio 107 no contaba con los elementos y materiales necesarios para brindar una óptima atención sanitaria preventiva hasta que logre ser asistido por un equipo médico de mayor complejidad. En esta situación, Ibáñez fue trasladado en compañía de su madre, Malvina Soledad Budeguer, a las instalaciones del Hospital Padilla de nuestra capital.
De acuerdo a las primeras informaciones sobre el estado de salud del joven, arribó al nosocomio con politraumatismos y un traumatismo encéfalo craneano grave, por lo que su estado era muy crítico y finalmente, las condiciones en las que se encontraba terminaron por producirle el deceso alrededor de las 21.50 horas.
Anoticiado del lamentable desenlace, finalmente Reynoso decide presentarse en la comisaría de Alderetes, brindó su declaración y quedó demorado por el lapso de 72 horas, ante la orden emanada por el Fiscal Mariano Fernández, de la Unidad Fiscal Criminal del Centro Judicial Concepción. Sin embargo, pasado ese lapso de tiempo, se decidió su liberación.
Justamente, esta situación motivó la bronca y el malestar de los familiares de la joven víctima quienes expresaron su desacuerdo por la determinación de la justicia, alegando que existirían pruebas y pericias en el marco del expediente que demostrarían, tanto la responsabilidad de Reynoso en haber provocado el accidente, lo que se agrava por haber hecho abandono de persona al no auxiliar inmediatamente a quien yacía en el asfalto con heridas evidentes en su cuerpo.
"A cualquiera nos puede suceder una situación así cuando salimos a manejar un auto, porque nadie conduce con la idea de matar gente, pero lo grave aquí es el hecho que lo haya dejado abandonado, quedó tirado y se desangró por mucho tiempo", comentó Claudia, tía de la víctima.
"La ambulancia se demoró muchísimo, mi hermana tuvo que socorrerlo al encontrarlo desangrado tirado en el pavimento. La ambulancia no tenía nada, la enfermera no lo ayudó porque no contaba con los recursos necesarios para hacerlo. Mi hermana tuvo que ver cómo su hijo agonizaba y nadie hizo nada porque no estaba equipada como corresponde", denunció.
"Damián era un chico sano, alegre, trabajador, le encantaba la música y salir a bailar con amigos, era la alegría de nuestra familia. Hoy ya no está, pero tenemos que soportar que esta persona (por Reynoso) siga libre y haciendo su vida normal como si nada hubiese pasado", comentó, entre lágrimas Claudia. Al respecto, indicó que el sospechoso es entrenador de un equipo de fútbol de niños y sigue concurriendo a realizar sus labores a escasos 500 metros de donde vive la familia de Damián. "Nosotros vivimos con angustia y él ni siquiera nos demuestra respeto", sostuvo la tía del muchacho fallecido.
"Suplicaba en esa ambulancia pidiendo que lo ayudaran, pero no tenían gasas, ni nada, solamente un oxígeno. Y la atención médica dejó mucho que desear. Lo último que vi es a mi hijo quieto, después de haber luchado tanto, volteando su mirada hacia mí. Su última mirada. Ahora mi único consuelo es que de alguna manera se haga justicia por mi hijo", posteó Malvina Soledad en sus redes sociales.